Nadia Stankovich (1924-2017) era una mujer de gran sencillez y soltura. Además de pianista y maestra, hablaba ocho idiomas. Sus últimos 29 años los pasó en casa del crítico Lázaro Azar, quien llegó a México de Campeche precisamente para estudiar con ella en 1989.
En 2002, por cuestiones de salud de ella, Lázaro la invitó a vivir a su casa, donde, dice el crítico, convivió con “la mujer más maravillosa que te puedas imaginar”. Curador artístico del Festival Internacional de Piano. En Blanco & Negro, que se llevará a cabo del 1 al 30 de septiembre en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart), explica en entrevista que el encuentro estará dedicado a su maestra y a las obras que tanto amó.
En una docena de conciertos participarán 15 músicos provenientes de Israel, Estados Unidos, Rusia, España, Francia, Portugal, Alemania y México.
El programa incluirá la música de Claude Debussy en conmemoración del centenario de su muerte. Azar refiere que el compositor es menos recordado como pianista, incluso en Francia, su tierra natal. Por eso, el estadunidense Matthew Graybill presentará un programa con obras que tienen que ver con su faceta de ejecutante.
El pianista ruso Konstantin Lifschitz, quien a los 13 años dio su primer recital en la Cámara de Sindicatos de Moscú, interpretará los 24 preludios de Rajmáninov a 75 años de su muerte. El representante de España, Juan Pérez Floristán, de 24 años, tocará piezas de Mozart y Beethoven.
Entre los artistas mexicanos está Jorge Federico Osorio, quien abordará la obra de Debussy, un compositor al que ha dedicado buena parte de su carrera. También estará Daniela Liebman, quien a los 16 años recibió el Premio Nacional de la Juventud 2014 en la categoría Expresiones Artísticas y Artes Populares.
El festival concluirá con el debut de Laura Mota, virtuosa española de 15 años, quien se inició como niña prodigio. Otros invitados son Ricardo Acosta, Amir Katz, Konstantin Lifschitz y Vyacheslav Gryaznov.
Azar explicó que la presencia de dos pianistas jóvenes obedece a que la maestra Stankovich siempre apostó por la juventud. “Si ella dio su primer recital a los 6 años de edad, incluirlas era un poco rendirle tributo a quienes están tomando el mismo camino que la llevó a tener una carrera tan larga”.
Como actividades complementarias, habrá clases magistrales con los participantes en este festival, un referente para los amantes del piano.