Junto a su éxito, también han llegado los primeros detractores del último fenómeno de Netflix llamado "13 reasons why".
La serie basada en la novela de Jay Asher cuenta la historia de Hannah Baker, una adolescente que se suicida mientras transcurre el año escolar, dejando una compilación de casetes dirigido a cada uno de los responsables de hacer que terminara con su vida.
La crudeza de sus imágenes es uno de los puntos por el que Jaelea Skehan, directora del Hunter Institute of Mental Health, realizó un listado llamado "Seis razones por las que me preocupa una serie de televisión", en alusión al proyecto de Netflix producido por Selena Gomez.
"La escena del suicidio en el último episodio del programa es muy gráfica. El detalle proporcionado y la longitud de la escena no cumple con NINGUNA de las recomendaciones internacionales sobre el retrato ficticio de métodos de suicidio", escribe la especialista.
Según Skehan, existen "investigaciones sólidas" que aseguran que exponerse a un suicidio (como ocurre con el personaje interpretado por Katherine Langford) aumenta el riesgo de que personas vulnerables cometan el mismo hecho.
Asimismo, la profesional añade que el mensaje de que "el suicidio era inevitable" está errado por parte de "13 reasons why", dejando ver que una decisión así sí puede ser evitable.
La directora del Hunter Institute of Mental Health destaca también el nulo apoyo del entorno adulto de la protagonista en la serie: "la única vez que Hannah buscó ayuda, el consejero no manejó bien la situación. Esto proporciona una pobre modelación de cómo funcionan los servicios de apoyo a los jóvenes que están en dificultades o necesitan apoyo”.