A sus 68 años de edad, luego de una vida sin miedo a los excesos del cuerpo y del corazón, Joaquín Sabina no le teme a la muerte sino a una vejez con deterioro físico que le impida ver, escuchar o moverse por sí mismo.
El cantautor español, quien recién llegó a México, donde iniciará una gira mundial para presentar su nuevo álbum "Lo niego todo", habló sobre el paso del tiempo, aun cuando con toda la condición física y emocional regresó a los estudios de grabación luego de ocho años.
"Le tengo miedo a cosas que el espejo puede reflejar a veces. Le tengo miedo al envejecimiento, a la decrepitud, a depender de otras cosas. A la vida ni le tengo miedo, me gusta mucho... Yo no le tengo miedo a la muerte, ninguno, le tengo miedo al deterioro físico", dijo.
Sin embargo, "para eso se ha inventado el suicidio que es un acto de libertad al que no pienso recurrir", afirmó el cantante, quien dice haber vivido de manera muy intensa y que para este disco buscó renovarse, acercándose a jóvenes como Leyva.
Previo a su primer concierto que dará en el país el próximo domingo, destacó su amor y fascinación por México, por su mezcla de culturas que resulta en una herencia "explosiva y maravillosa" y donde se encontró con grandes como Chavela Vargas y Gabriel García Márquez, de quienes -dijo- duele que no escriban más.
En ese sentido, el español aseguró que México le ha dado lo mejor de su vida en la música, luego de su paso por el Tenampa, lugar de tradición y juerga de la Plaza Garibaldi de esta ciudad.