Con el fin de pagar menos de la tercera parte de lo que le habría costado su operación de nariz en Texas, una mujer viajó a Ciudad Juárez para someterse el procedimiento quirúrgico. Nunca imaginó que las cosas en el Rinocenter se complicarían hasta el punto de padecer muerte cerebral.
Laura Ávila, una agente de bienes raíces de 36 años de edad, llegó a la clínica de cirugía plástica Rinocenter el 30 de octubre alrededor del mediodía. Sin embargo, luego de que el equipo médico le suministró la anestesia, la mujer sufrió un ataque cardíaco durante cuatro minutos.
"Estaba un poco molesto y preocupado porque no me dejaban verla ni nada", dijo Enrique Cruz, esposo de Laura, al USA Today. Según indicó, le comentaron que la presión arterial de su mujer había bajado y que no podían proceder a realizar la operación.
A partir de ese momento, Laura permaneció aislada durante ocho horas. Posteriormente, señala el hombre, le informaron que su mujer había padecido el paro cardíaco, el cual le causó graves lesiones cerebrales.
Familiares de Laura crearon una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe, donde han explicado que la mujer de 36 años entró en un coma inducido.
Señalan que Laura pasó casi una semana en el hospital mexicano, pues los responsables se negaban a firmar los papeles para su traslado a Estados Unidos hasta que se pagara la cuenta.
"El hospital básicamente nos tenía como rehenes porque no queríamos pagar la cantidad total", contó Angie Ávila, hermana de Laura.
Cuando la mujer pudo ser finalmente llevada a El Paso, Texas, los médicos informaron a la familia que Laura sufrió un daño cerebral severo.
"Dicen que sufrió un daño cerebral tan severo que nunca volverá a ser nuestra Laura", declaró Angie. "Le inyectaron anestesia en la columna vertebral en la clínica y en vez de fluir por su cuerpo, entró en su cerebro, lo que le causó una hinchazón severa".
Ahora la familia se debate entre quitarle el soporte vital o ponerle tubos de alimentación y respiración para mantenerla con vida. "Nos dijeron que nunca más podría volver a caminar, comer o hablar por sí misma", abundó Angie.
Judith Hernández, una odontóloga y directora de la clínica Rinocenter, no ha dado declaraciones sobre lo ocurrido. Por su parte, Larry Friedman, abogado de la familia, aseguró que presentaran una demanda contra la clínica mexicana.
Con el fin de pagar menos de la tercera parte de lo que le habría costado su operación de nariz en Texas, una mujer viajó a Ciudad Juárez para someterse el procedimiento quirúrgico. Nunca imaginó que las cosas en el Rinocenter se complicarían hasta el punto de padecer muerte cerebral.
Laura Ávila, una agente de bienes raíces de 36 años de edad, llegó a la clínica de cirugía plástica Rinocenter el 30 de octubre alrededor del mediodía. Sin embargo, luego de que el equipo médico le suministró la anestesia, la mujer sufrió un ataque cardíaco durante cuatro minutos.
"Estaba un poco molesto y preocupado porque no me dejaban verla ni nada", dijo Enrique Cruz, esposo de Laura, al USA Today. Según indicó, le comentaron que la presión arterial de su mujer había bajado y que no podían proceder a realizar la operación.
A partir de ese momento, Laura permaneció aislada durante ocho horas. Posteriormente, señala el hombre, le informaron que su mujer había padecido el paro cardíaco, el cual le causó graves lesiones cerebrales.
Familiares de Laura crearon una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe, donde han explicado que la mujer de 36 años entró en un coma inducido.
Señalan que Laura pasó casi una semana en el hospital mexicano, pues los responsables se negaban a firmar los papeles para su traslado a Estados Unidos hasta que se pagara la cuenta.
"El hospital básicamente nos tenía como rehenes porque no queríamos pagar la cantidad total", contó Angie Ávila, hermana de Laura.
Cuando la mujer pudo ser finalmente llevada a El Paso, Texas, los médicos informaron a la familia que Laura sufrió un daño cerebral severo.
"Dicen que sufrió un daño cerebral tan severo que nunca volverá a ser nuestra Laura", declaró Angie. "Le inyectaron anestesia en la columna vertebral en la clínica y en vez de fluir por su cuerpo, entró en su cerebro, lo que le causó una hinchazón severa".
Ahora la familia se debate entre quitarle el soporte vital o ponerle tubos de alimentación y respiración para mantenerla con vida. "Nos dijeron que nunca más podría volver a caminar, comer o hablar por sí misma", abundó Angie.
Judith Hernández, una odontóloga y directora de la clínica Rinocenter, no ha dado declaraciones sobre lo ocurrido. Por su parte, Larry Friedman, abogado de la familia, aseguró que presentaran una demanda contra la clínica mexicana.