ESPECIAL.- Un profeta que desafía el resurgimiento del Estado Islámico, un tiroteo en el sagrado Monte del Templo de Jerusalén... y posiblemente la llegada del mesías: antes de su estreno, la nueva serie de Netflix ya causó mucha polémica.
La serie sigue la historia de un misterioso líder religioso que emerge en Medio Oriente y es perseguido por todo el mundo, principalmente por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
"Sí, es provocativo, es un show provocativo", dijo su creador Michael Petroni. "Pero lo provocativo no es ofensivo".
Mesías, que se estrena el 1 de enero en la plataforma, imagina cómo reaccionaría la sociedad moderna si apareciera una figura religiosa así, difundiendo un mensaje rápidamente por redes sociales en un mundo azotado por las noticias falsas y ciclos informativos interminables.
Las acciones transcurren en Medio Oriente y Estados Unidos. Los personajes, como la obstinada agente de la CIA interpretado por Michelle Monaghan (de las películas Misión Imposible), pasan del inglés, el hebreo y el árabe, a menudo a mitad de la conversación.
Y la pregunta de si la figura central del show -interpretada por el actor belga Mehdi Dehbi- es un genuino mesías, un nefasto agente político o simplemente un embaucador está en el corazón de la trama.
Según Petroni, el thriller tiene como objetivo provocar un debate y una perspectiva desde el punto de vista del otro.
"Esperamos que haya mucho ruido alrededor del programa y mucho debate. Espero que haya debate", insistió, "No busca ofender ni juzgar a nadie".
No obstante, una petición en el sitio Change.org llama a un boicot del programa, describiéndolo como propaganda malvada y antiislámica, con todo y que nunca se especifica en el show a qué religión pertenece el enigmático líder, al que otros personajes se refieren como Mesías y Al-Masih, entre otros nombres.
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