Lars von Trier rechazó las acusaciones de la cantante islandesa Björk, quien lo acusó de forma indirecta de haberla acosado sexualmente en el rodaje de Dancer in the Dark.
"No fue así. Pero es un hecho que no éramos amigos", dijo hoy el director a la edición digital del diario Jyllands-Posten.
El responsable de títulos como Melancolía o Nymphomaniac agregó que no le sorprenden las acusaciones de la cantante, pues se quejaba constantemente y hubo disputas entre ellos.
También el productor de Dancer in the Dark, Peter Aalbæk Jensen, rechazó las acusaciones: "Por lo que recuerdo, nosotros fuimos las víctimas", afirmó. "Esa mujer era más fuerte que Lars von Trier, nuestra firma y yo. Lo discutía todo", agregó.
En un mensaje publicado Facebook, Björk compartió su experiencia "con un director danés" sin citar su nombre. Sin embargo, sólo ha protagonizado esa película, estrenada en el año 2000, y por la que fue pública su relación conflictiva con Von Trier, el cofundador del movimiento Dogma.
Björk resaltó que dado que procedía de uno de los países con mayor igualdad entre sexos y por su condición de estrella musical, le quedó claro desde el principio que la "humillación" y el "acoso sexual en grado menor" que sufrió era la norma general para el director y su equipo, que "lo hacían posible e incitaban a ello".
"Me di cuenta de que es algo universal que un director pueda tocar y abusar de las actrices a su voluntad y que el mundo del cine lo permite. Cuando lo rechacé de forma repetida, se enfadó, me castigó y creó para su equipo una red de ilusión en la que yo parecía la difícil", aseguró la cantante.
Su fuerza, el apoyo de su gente y no tener interés en una carrera cinematográfica le permitieron superarlo en un año, según Björk, quien también dijo denuncia ahora los hechos inspirada por otras mujeres que han hecho lo mismo recientemente, en alusión a las acusaciones de agresión sexual contra el productor de Hollywood Harvey Weinstein.
"El director era plenamente consciente de este juego", agregó Björk. "Estoy segura de que la película que hizo después estaba basada en sus experiencias conmigo, porque fui la primera que se enfrentó y no le dejó salirse con la suya. En mi opinión tuvo una relación más justa con sus actrices tras la confrontación", afirmó la intérprete en referencia a Dogville (2003), protagonizada por Nicole Kidman.
La cantante islandesa ganó en Cannes como la mejor actriz por su papel en Dancer in the Dark, que obtuvo además la Palma de Oro, pero decidió abandonar el mundo del cine a partir de entonces.