ESPECIAL.- En la tranquilidad de su rancho en Zacatecas, donde la pandemia lo ha tenido alejado de su público, Pepe Aguilar asegura que ha estado más activo que nunca en su faceta de compositor, pero también se ha dado tiempo para conocerse y entenderse a sí mismo para disciplinarse y con ello reforzar su intención por seguir produciendo contenidos de entretenimiento, como el disco Se7entas, en el que retoma grandes clásicos de aquella década, como "Me olvidé de Vivir", "Esta Cobardía" y "Amada Amante".
¿Cómo surge la idea de retomar los éxitos setenteros en tu nueva producción?
Desde el inicio de mi carrera he combinado los discos que grabo entre canciones inéditas con homenajes o discos-concepto, y Se7entas es un disco-concepto. Esa época me llega porque fui niño en los 70, nací en el 68, por lo tanto oía estos temas porque mi madre los ponía en el tocadiscos, en el coche, en la radio o en diferentes lugares; eran los artistas que estaban de moda y veías en la televisión, fue una época gloriosa para la música en español, para la música en general a escala mundial. Y como me gusta hacer homenajes, me pareció que esta música era un excelente tema; acudiendo a la memoria fui escogiendo las melodías de la época que me traían más recuerdos.
Es un buen momento para estrenar este disco, por la sensibilidad que ha provocado la pandemia, y oír estas canciones es muy emotivo, ¿no?
Sí, ahorita estamos bien sensibles, es una época complicada, creo que habrá gente que se ponga triste, pero en los comentarios que me han hecho hay de todo. Me han dicho: "Qué bárbaro, me recordaste mis tiempos de estar con mi mamá o cuando estaba de novio con no sé quién". Son canciones que provocan algo y eso es bonito, de eso se tratan los discos homenaje, que el trabajo que hagas te motive, te haga sentir.
¿Qué tan complejo ha sido mantenerte como músico, como cantante, como productor, en un ámbito que es de los más golpeados por la pandemia? ¿Cómo has contenido la emoción que te genera subirte al escenario?
Eso no hay forma de suplirlo, lo extraño mucho, pero hacer música, estar grabando y haciendo proyectos como Mexicano hasta los Huesos, Fronteras a Domicilio, Desde la Azotea u otros para televisión o para streaming han compensado por el lado musical.
Esa forma de sentir la energía de la gente no hay manera de suplirla. Ojalá que pronto esta vacuna (contra el covid) nos saque del atolladero, porque la industria a la que pertenezco es de las más afectadas a escala global; no lo digo yo, lo dicen las estadísticas en la industria de los espectáculos en vivo.
¿Qué opinas de la moda de las fusiones musicales, el urbano con el pop, con la cumbia?
Uno se tiene que concentrar en la evolución propia, si no estás preocupado en evolucionar, pues ahí está el problema; si te preocupas más por estar a la moda que por evolucionar, pues es un mayor problema. Yo no volteo mucho a lo que hay afuera, no volteo a ver qué es lo que está pegando, porque no me quiero influenciar. Yo quiero seguir haciendo la música que me gusta, componiendo de acuerdo a mis sentimientos. Es muy tentador de repente lo que está pasando, lo que está pegando, porque uno es competitivo por naturaleza. El cantante es como el deportista, quieres estar en los mejores espacios, llenar en los mejores lugares, tener el reconocimiento, pero prefiero no escuchar tanto lo que está sucediendo.
Claro, no soy un ermitaño que vive en la montaña y no escucha lo que está sucediendo, por supuesto sé quién es J Balvin, qué está pasando en la música urbana, pero trato de concentrarme en mí y en lo que me sigue llamando hacer. Ahora viene un disco de canciones inéditas, no me está llamando tanto irme por el lado que se me reconoce, es una reinversión. Me estoy metiendo más en los arreglos, componiendo mucho más, esa es mi manera de evolucionar. Si a la gente le gusta o no, si queda ese sonido dentro de la música que se está haciendo o no, pues ni modo; yo voy hacer lo que mi corazón, mis oídos y mi mente me diga.
¿Cuáles son ahora tus anhelos, uno cambia con la edad y la experiencia?
Por supuesto, van cambiando conforme tú cambias; el artista es un personaje, algo que crea un ser humano, pero a fin de cuentas el ser humano tiene miedos, retos y diferentes situaciones difíciles a través de su vida, y conforme vas creciendo, vas encontrando más y dificultades o situaciones. ¿Qué me motiva?, es una pregunta interesante porque anduve dos o tres años confundido, triste, sacado de onda, como que no sabía qué estaba sucediendo, porque soy un hombre muy afortunado. Tengo salud, a mi familia, un trabajo, hago lo que quiero; entonces, cómo me podía estar preguntando qué sigue, si tengo tantas cosas, qué me va a motivar; pero el ego es muy méndigo, más bien estaba mi alma empujándome a seguir a lo que sigue. Y ahora estoy súper motivado en hacer cosas que sean cada vez más grandes, espectáculos como Jaripeos sin Fronteras, un show de 150 personas. En eso ando muy enamorado ahora.
También estoy muy clavado en enseñar, no cuerpo (risas), lo que he aprendido, clavarme más en la compañía que tenemos y en firmar a otros artistas, además de mis hijos; mi esposa y yo somos un equipo que podemos aportar al panorama musical en español, haciendo producciones que valgan la pena con varios artistas de los que pronto sabrán. No quiero que se pierda lo que he aprendido, que les sirva a las siguientes generaciones; por qué batallar, si podemos encontrar un camino más rápido. Se trata de enseñar qué es el oficio de ser cantante, compositor, cómo te mueves en el negocio; a mí me ha costado sangre, sudor y lágrimas aprenderlo, por eso lo quiero transmitir.
En lo personal, ¿qué te ha dejado la pandemia?
Me ha dado tiempo de entender muchas cosas de mí, han sido lecciones tras lecciones, darte cuenta que no eres dueño de nada y que no tienes ni el tiempo ni el destino, que eres pasajero, que en un momento se pueden acabar todos tus planes que llevabas 30 años forjando.
Este año me ha enseñado que para llegar a donde quiero todavía me hace falta mucho trabajo. Además, nos pasaron cosas muy fuertes como la muerte de mi madre (Flor Silvestre) y de muchos amigos, y el miedo, la incertidumbre. Todo esto te cambia como ser humano, te hace mucho más consciente, aprecio más la vida, entiendo mucho más a la muerte, quiero hacer muchas cosas, no voy a perder el tiempo, voy a ser más compartido; yo no regreso igual, regreso más consciente.
Pero todo tiene su recompensa y mis hermanos y yo estaremos juntos el 24 recordando a mi madre, en su rancho, homenajeándola, porque es una fecha que a ella le encantaba.