ESPECIAL.- Yalitza Aparicio estuvo presente en el segundo día de actividades de La Ciudad de las Ideas 2020 (CDI), un ciclo de conferencias que se lleva año con año en Puebla.
La actriz y docente de 26 años habló de su vida antes y después de haber incursionado en el cine con Roma (2018), película que la hizo acreedora a una nominación a los Premios Oscar.
"El mensaje que les puedo dar es que sean persistentes con sus sueños, que pueden existir muchos obstáculos en el camino, pero de cada uno se aprende. Si te caes una vez, vuelve a levantarte, y algo que yo me decía cuando estaba en la travesía de hacer la película (Roma) era que de cada uno de esos tropiezos y errores tenía que aprender", expresó en entrevista con Andrés Roemer.
- Tras los Famosos
La charla se llevó a cabo en el segmento Re-Evolution / Mex I Can, conducido por la Dra. Lidia Camacho, coordinadora general de Aprende, un programa de capacitación en competencias digitales para maestras y maestros del Sistema Educativo Nacional.
"El reto más grande que tenemos las personas es confiar en nosotros mismos, la barrera más grande para cumplir nuestros sueños es uno mismo. Es muy complicado aprender a darnos cuenta de las habilidades que tenemos, esas capacidades que vamos adquiriendo poco a poco. Simplemente estar seguros de que podemos realizar las cosas. Darme cuenta de que podía hacer las cosas ha sido lo más difícil, y esto se debe al contexto social en el que crecí", agregó.
Dijo que su principal virtud es la empatía y la solidaridad, el poder comprender las situaciones de las otras personas.
Además, hizo alusión que al expresar opiniones sobre diversas situaciones sociales fue atacada, pero eso solo hizo que reforzara su empatía por los demás.
"Me considero empática y solidaria. Ser empáticos nos ayuda a comprender la situación de las otras personas, claro que no vas a poder experimentar exactamente lo mismo que el otro está sintiendo, pero siempre trato de comprender antes de juzgar, porque fue una situación que yo he vivido y me ayudó a reforzar esta virtud. Si quieres respeto debes dar respeto", aseguró.
Roemer le preguntó a Yalitza cómo era su vida antes, cómo fue durante y cómo ha cambiado después de Roma.
Ella respondió que antes del filme de Alfonso Cuarón, era una mujer totalmente encerrada en su zona de confort que creía que más allá de ese lugar no había oportunidades y que pensaba que había logrado la meta más alta que la misma sociedad y su contexto social le habían impuesto.
"Durante la filmación viví ese proceso de tener confianza en mí y en lo que estaba realizando. Después de Roma vino la parte de darme que mi perspectiva era otra y entonces pude saber que ahora se trataba de continuar por el mismo camino, seguir tocando puertas, cometiendo uno y otro error, levantarme, pero nunca rendirme. Esa es la enseñanza más bonita que me ha quedado de Roma", fueron sus emotivas palabras.
Una de las preguntas que el curador le hizo a la actriz y activista fue: qué es la felicidad y qué le da más dicha, si pelear por diversas causas sociales o hacer cine.
Sobre la primera cuestión dijo que es algo que cada quien se determina, pero para ella es aquello que le da tranquilidad a su persona y a quienes la rodean.
"Poder tener en armonía mis pensamientos, mis sentimientos y mis acciones me da felicidad. Ser coherente me da tranquilidad. Mi causa es encontrar la equidad e igualdad de oportunidades en la sociedad. Me han llegado muchos guiones, pero cuando me siento a leerlos, la mayoría encasillan a las personas o en este caso al personaje que hay que representar y ahí es cuando debe entrar la coherencia, si estás luchando por algo no puedes tomar los papales que en lugar de abrir puertas las están cerrando, y tienes que trabajar en todo caso con el guionista para cambiar ciertas cosas y transmitir el mensaje que quieres dar a la sociedad".