La cinta que los hackers robaron a Disney es Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar, que se estrena la semana próxima, de acuerdo con el sitio especializado Deadline.
La quinta entrega de la película protagonizada por Johnny Depp podría ser por la que este grupo de piratas cibernéticos pide una gran cantidad de dinero a la compañía productora.
A pesar de esta afirmación, Disney no ha emitido información oficial sobre el título que les fue robado.
La amenaza de los hackers es que, de no recibir el pago, liberarán fragmentos cada vez más largos de la película en línea.
A lo largo de sus cuatro partes anteriores, Piratas del Caribe ha recaudado 3.72 mil millones de dólares a lo largo del mundo, por lo que representa uno de los grandes éxitos de Disney.
Como el estreno de la cinta es tan próximo, el novelista de ciencia ficción Paul Tassi, que escribe sobre tecnología e internet para la revista Forbes, estimó que no cree que cualquier filtración tenga consecuencias.
"El tipo de persona dispuesta a pagar para ver a Johnny Depp tropezar con una quinta 'Piratas del Caribe' en el cine no va a bajar una copia robada justo antes de que salga", dijo.
A finales de abril pasado, Netflix recibió una amenaza similar.
Un hacker que se hacía llamar The Dark Overlord pidió una cantidad de dinero no especificada a la plataforma, con la advertencia de que, de no recibir el pago, publicarían en línea la quinta temporada de Orange Is The New Black.
Esta serie, una de las más vistas en Netflix, está prevista para estrenarse oficialmente el 9 de junio.
De acuerdo con la compañía, la temporada se albergaba con una proveedora de producción, quienes habían sido víctimas de la violación de seguridad.
Otro caso de robo, aunque más tradicional, fue el de la precuela de Harry Potter, escrito por J.K. Rowling.
El incidente se dio en una ciudad de Inglaterra, a finales de abril, donde estaba este texto que fue vendido en una subasta por 25 mil libras.
La precuela fue parte de una donación de varios autores, donde se incluyen a Sebastian Faulks y Doris Lessing, que irían a una subasta con fines benéficos.
El manuscrito contaba la historia tres años antes del nacimiento del mago.
J.K. Rowling pidió a sus fans no comprar este texto.