ESPECIAL.- Joaquín Sabina abandonó el pasado 23 de febrero el Hospital Ruber Internacional, de Madrid, donde ingresó tras sufrir una grave caída durante el último concierto que ofreció en aquella ciudad junto a Joan Manuel Serrat.
Tras casi dos meses de su última aparición, el intérprete salió a las 20:00 horas a uno de los balcones de su casa situada en la madrileña plaza de Tirso de Molina para aplaudir como miles de españoles a la comunidad médica que estos días lucha en los hospitales contra el coronavirus.
Con el brazo en cabestrillo y la parte de arriba del pijama, dio palmas como pudo. Junto a él estaba su pareja, Jimena Coronado.
El programa de los próximos meses queda en el aire aún alterado y a expensas de cómo se encuentre tras su recuperación.
alt
ESPECIAL.- Joaquín Sabina abandonó el pasado 23 de febrero el Hospital Ruber Internacional, de Madrid, donde ingresó tras sufrir una grave caída durante el último concierto que ofreció en aquella ciudad junto a Joan Manuel Serrat.
Tras casi dos meses de su última aparición, el intérprete salió a las 20:00 horas a uno de los balcones de su casa situada en la madrileña plaza de Tirso de Molina para aplaudir como miles de españoles a la comunidad médica que estos días lucha en los hospitales contra el coronavirus.
Con el brazo en cabestrillo y la parte de arriba del pijama, dio palmas como pudo. Junto a él estaba su pareja, Jimena Coronado.
El programa de los próximos meses queda en el aire aún alterado y a expensas de cómo se encuentre tras su recuperación.
alt