Los objetivos de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) son los mismos, pero en su perspectiva había una necesidad de buscar nuevos espacios para albergar un encuentro editorial que se había transformado en una verdadera fiesta de la palabra, sobre todo entre la vendimia del Centro Histórico oaxaqueño. De ahí el reto para lo que viene al trasladarse al Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, en Santa Lucía del Camino.
“A nivel organización ha sido un movimiento desde muchos ámbitos”, explica Xóchitl Aguirre, directora operativa de la feria: “implica enfrentarte a nuevas exploraciones, lo que hace que todos tengamos un poco de vértigo e incertidumbre respecto a lo que implicaría este cambio. Al mismo tiempo, hay mucha expectativa, porque denota la salud a nivel organización de la feria: sabemos que no es estática, la concebimos como un organismo vivo que tiene constante movimiento.
“El nuevo espacio nos brinda instalaciones más adecuadas para el tipo de actividades; hay foros muy hermosos, como el panorámico, que es propio del lugar; el jardín es también maravilloso y la arquitectura se integra con el paisaje de los valles centrales de Oaxaca, y si bien es un centro de convenciones, no es un espacio cerrado, tiene esa apertura y posibilita que midamos mejor cuál es el público de la feria”.
A desarrollarse del 20 al 28 de octubre, el encuentro editorial recibirá a poco más de 200 invitados y alrededor de 400 actividades.
Se llevarán a homenajes a Sergio Pitol, fallecido en abril de este año, y Amparo Dávila, quien recientemente cumplió 90 años. Se contará con la presencia de escritores como Juan Villoro, Gael García Bernal, Emiliano Monge, Mónica Lavín, Lydia Cacho, Margo Glantz, Denise Dresser, Lorea Canales, Alberto Manguel, Paul Theroux, Gilles Lipovetsky, Jon Lee Anderson, Patricio Pron, Álvaro Uribe, Ray Loriga, Guillermo Arriaga, Alberto Ruy-Sánchez y Néstor García Canclini, por mencionar sólo a algunos.
Luego de los sismos de septiembre de 2017, la cultura ha jugado un papel importante en los esfuerzos para reconstruir de las zonas afectadas, para lo cual desde la feria se impulsó la Campaña Tejamos Oaxaca, mediante la cual se apuesta por contribuir en la recuperación de la infraestructura cultural y bibliotecaria de las poblaciones afectadas, como Juchitán de Zaragoza, Unión Hidalgo y San Mateo del Mar.