ESPECIAL.- Jamie Lee Curtis acaba de cumplir 20 años de sobriedad y no dudó en hablar sobre el largo camino que ha recorrido para mantenerse alejada de las adicciones.
A pesar de que la estrella considera que su adicción a los fármacos, las drogas y al alcohol era "controlada y nunca lo hizo mientras trabajaba", relató que durante un tiempo compartió las sustancias con su padre, quien también tenía dependencia.
"Sabía que mi papá tenía un problema porque yo tenía un problema. Él y yo compartíamos drogas. Hubo un período de tiempo en el que yo era la que yo era la única de mis hermanos y hermanas que estaba hablando con él. Una vez consumimos cocaína juntos, pero fue la única vez que hice eso y lo hice junto a él", dijo en entrevista para Variety.
La protagonista de Halloween y Mentiras verdaderas relató que sus adicciones comenzaron cuando un médico le recetó Vicodin para controlar el dolor tras una cirugía estética para eliminar ojeras, pues, a pesar de ya no estar en tratamiento, continuó consumiendo el medicamento y lo acompañaba con alcohol.
La actriz comenzó a robar las pastillas de su hermana, pero terminó por confesar que necesitaba ayuda para dejar de tomar analgésicos sin prescripción médica.
"Estaba tan aterrorizada de que ella estuviera enojada conmigo, pero me miró, extendió los brazos y me abrazó, me dijo: 'eres una adicta y te amo, pero no voy a verte morir'", comentó.
La actriz aclaró que estaba consciente de su situación, por lo que superó el temor de ser estigmatizada en la industria cinematográfica y comenzó a asistir a reuniones que la ayudaron a dejar las drogas.
"Cuando trabajo, si no hay reuniones de recuperación disponibles, las hago yo misma. Hubo ocasiones en las que ponía carteles junto a los camiones de catering que decían: 'Reunión de recuperación en mi remolque'. Llevo la sobriedad conmigo", concluyó.
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