ESPECIAL.- Roman Polanski no estuvo presente durante la proyección de su cinta Yo Acuso, un filme precedido por el escándalo que resulta su personal defensa frente a las acusaciones de abuso sexual.
La película del cineasta fue aplaudida en el Festival Internacional de Cine de Venecia, pero debido a que Polanski no pudo acudir ni ofrecer una videollamada, como se había propuesto, la actriz Emmanuell Seigner ofreció unas palabras.
"La persecución forma parte de su vida. Lo sé muy bien porque desde hace 30 años estamos casados", explicó la actriz francesa, esposa en la vida real del cineasta y entre las protagonistas del filme, durante la conferencia de prensa de presentación.
Polanski, quien no asistió al desfile del festival porque corría el riesgo de ser extraditado a Estados Unidos por su condena por presunto abuso en los años 70 a una menor, explicó su posición a través de una entrevista divulgada con la documentación de prensa de la película.
"Mi trabajo no es terapia; sin embargo, debo admitir que estoy familiarizado con muchos de los funcionamientos del aparato de persecución que se muestra en la película, y eso me ha inspirado claramente", reveló.
El maestro del suspenso, de 86 años, utiliza todo su talento para narrar un juicio histórico que tuvo en vilo a Francia y la dividió entre los que lo consideraban culpable y los pocos que creían en su inocencia, entre ellos el escritor Emile Zola.
Se trata de una clara alusión a la situación personal actual del realizador, perseguido por la justicia de Estados Unidos y vituperado por parte de la opinión pública y el movimiento feminista Me Too por escándalos sexuales.
Con el ritmo de un thriller, el legendario autor de El Pianista, narra el proceso judicial contra el militar francés Alfred Dreyfus, acusado falsamente de espionaje y que terminó por demostrar unos diez años después el antisemitismo imperante en la sociedad francesa.
Dos casos paralelos Polanski se identifica abiertamente con el capitán Dreyfus, interpretado por el actor Louis Garrel, mientras centra su filme, y de cierta manera su defensa, en el papel del comisario del contraespionaje militar, Georges Picquart, el actor Jean Dujardin, premio Oscar por su actuación en El Artista.
El capitán acusado de ser una espía de los odiados alemanes y condenado a cadena perpetua en la isla del Diablo pese a las pocas pruebas creíbles, es defendido por Picquart, una persona íntegra, que cree en su inocencia, que descubre montajes y prejuicios y rompe con el principio de obediencia debida en el ejército.
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