La primera actriz mexicana Silvia Pinal, acompañada de Xavier Marc, compartió este domingo los capítulos más destacados y emotivos de su carrera artística y su vida privada, que se exponen en su libro “Esta soy yo”, en el marco del ciclo “Leo… Luego existo”, que se realizó en el Palacio de Bellas Artes.
Como parte de este programa de lectura en voz alta en el que participan varias personalidades, así como actores de teatro, cine y televisión, Silvia hizo reír los asistentes con anécdotas desde su juventud hasta su etapa más consolidada y al mismo tiempo los llevó a la reflexión al compartir experiencias como su relación con Luis Buñuel.
“Jugaba a ser artista desde la infancia, bailaba y cantaba en el colegio, aunque confieso que era mala estudiante. Ingresé al Instituto Nacional de Bellas Artes y me sentí muy feliz al audicionar a los 14 años para una compañía experimental. El director me dejó hacerlo de espaldas”, comentó entre risas.
Recordó su incursión en el cine, con un pequeño papel en “Bamba” (Miguel Contrera Torres, 1948) y de esta misma época su primer gran enamoramiento con Rafael Banquells, con quien se casó en 1947.
Su primera experiencia como mujer casada no fue la más encantadora, según relató, pues además de los problemas económicos que tuvo con Rafael, este fue poco comprensivo con su trabajo. “En 1952 me di cuenta de que el matrimonio no me gustó”, declaró con humor.
Ya con una hija a su cargo, su primogénita Silvia Pasquel, Silvia continuó ascendiendo en su carrera, luego de compartir créditos con personajes como Germán Valdés “Tin-Tan”, entre otros, obtuvo en 1953 su primer gran premio por su participación en “Un rincón cerca del cielo”.