Para que un chicle logre biodegradarse tendrán que pasar entre 20 y 25 años y durante todo ese tiempo, si fue desechado en la calle, permanecerá en el asfalto a no ser que antes haya llegado a la suela de tu zapato.
Los chicles pegados en el suelo son uno de los principales problemas de las grandes ciudades en el mundo, pues no solo dan una mala imagen, sino también resultan en grandes costos para ser retirados. Por eso, las autoridades de Ámsterdam iniciaron un nuevo programa que los convierte en zapatos.
Gumshoe es el proyecto que inició el municipio de aquella ciudad junto con la organización Gumbuddy y GumTec para crear suelas de tenis a partir del tratamiento de las gomas de mascar. Para hacerlo, extraen parte de la goma sintética de los chicles para reutilizarlas y crear las suelas de los tenis.
De acuerdo con representantes del municipio de Ámsterdam, en aquella ciudad cerca de 1.5 toneladas de chicle se pega anualmente en las calles y avenidas, por lo que representa un costo de millones de euros.
Los tenis tienen un precio de 200 euros, cerca de cuatro mil 460 pesos y están disponibles en color rosa y negro.
Anna Bullus, una de las involucradas en el diseño de estos tenis considera que ésta es una opción para solucionar el problema de la contaminación por chicles al mismo tiempo que se crea una conciencia sobre el no arrojarlos a las calles.