El día en que el beisbol le salvó la vida a Roberto Kelly, mánager de Sultanes en LMB

Roberto Kelly contó una anécdota que sufrió en Panamá donde estuvo a punto de ser encañonado, pero lo reconocieron por ser jugador de los Yankees.

Roberto Kelly
Redacción /

La invasión militar norteamericana a Panamá en diciembre de 1989 dejó en el manager de los Sultanes de Monterrey, Roberto Kelly, una experiencia en la que reconoce que el beisbol le salvó la vida.

Kelly narró cómo fue encañonado por soldados en la capital de su país al encontrarlo en la vía pública por una cuestión familiar, cuando se había decretado un toque de queda en el que nadie podía salir a las calles.

El ser en ese momento jugador de los Yankees de Nueva York le permitió ser reconocido por uno de los militares, cuando ya estaba en la mira de las armas de tres oficiales.

“Bueno sí, fue un momento bastante difícil, fue en el tiempo de la invasión de Panamá, cuando los militares estaban en la calle y el hermano mío que trabajaba en la zona del canal estaba en el medio de todo eso y él llama a casa para que lo fuera a buscar”, dijo Kelly.
“Obviamente las órdenes de la policía era que nadie debía estar en la calle, pero obviamente siendo mi hermano me atreví, me monté al carro y fui en dirección hacia él”.
“Cuando me pararon eran tres militares, me pararon, me encañonaron y me bajaron del carro y me dijeron “tú no sabes que no debes estar en la calle”...obviamente sin poder decir que sí, simplemente moví la cabeza”.
“Uno que estaba al otro lado dice, “bueno, aquí te quedas” y me iban a encañonar y otro le dice: “no, él es Roberto Kelly, el que juega para los Yankees”, y el otro le dice “a mí no me importa quién sea, él aquí se queda”, entonces lo que me salvó fue que el otro que tenía el arma me reconoció, obviamente por ser pelotero de los Yanquis”.

La invasión a Panamá se registró en diciembre de 1989, año en que Roberto Kelly vivió su tercera temporada como jardinero en las Ligas Mayores, y la primera como titular con los Mulos de Manhattan.

“Gracias a Dios me dio la oportunidad de seguir, por eso hoy puedo contar la historia, pero en vez de regresar a casa, seguí, seguí a buscar a mi hermano arriesgándome a eso, dije: “ya estoy aquí”, o sea ya para lo que falta”, explica Kelly.
“Fui, recogí a mi hermano, lo traje a la casa… gracias a Dios porque me reconocieron como pelotero, hoy estoy contando esta historia”.

¿Ya estabas en el equipo grande?

“Ya estaba en Grande Ligas y obviamente por eso me reconocieron, porque ya me veían jugando por televisión y por eso te digo, el beisbol es el que me ha dado todo y es el que mantiene con vida hasta ahora gracias a Dios”.

AM

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