La primera década del nuevo milenio en el futbol mexicano tuvo consigo a grandes delanteros como José Saturnino Cardozo, Vicente Sánchez, Reinaldo Navia, Jared Borgetti, Matías Vuoso o Salvador Cabañas, sin embargo, un escalón por debajo hubo otros delanteros que también dejaron una huella, tal es el caso del brasileño Alex Fernandes.
El atacante sudamericano arribó a la Liga MX en 1999 para jugar con el Monarcas Morelia, proveniente del futbol de su país.
Rápidamente, Alex logró adaptarse al futbol mexicano, convirtiéndose en un referente para la afición purépecha, quien lo arropó y convirtió en ídolo rápidamente.
Y es que apenas con año y medio en el club, Fernandes supo lo que significa ser campeón del futbol mexicano, luego de vencer en penales a Toluca en la final del Invierno 2000, serie en la que Alex hizo un gol en la ida y fallando un penal de la tanda en la vuelta.
Con la camiseta de Monarcas Morelia, Alex consiguió marcar 71 goles en 134 partidos, para después emigrar a la Sultana del Norte en el año 2003, convirtiéndose en refuerzo de los Rayados del Monterrey.
En el equipo de la ‘Pandilla’, el talentoso delantero formó una buena dupla con Guillermo Franco, y apenas en su primer torneo en la escuadra regiomontana, Alex volvió a levantar una copa en México.
En aquel torneo Clausura 2003, Alex llegó a la final con los Rayados, enfrentando precisamente a Morelia, equipo que lo había traído a México y con quien había ganado su primer título en tierras aztecas.
Como si se tratase de un amuleto, Rayados, con Alex como uno de sus principales futbolistas, levantó la segunda estrella del Monterrey, acompañando en el equipo además del Guille Franco, a jugadores como Jesús el ‘Cabrito’ Arellano, Luis Pérez y Walter Erviti, todos ellos comandados por Daniel Passarella.
En la Sultana del Norte, Fernandes consiguió marcar 31 goles en 85 partidos, sin embargo, las lesiones fueron un factor para que el jugador bajara su productividad goleadora, aunque este es recordado por aparecer en los 'Clásicos Regios'.
En el año 2007, el jugador encendió las alarmas cuando sufrió un terrible golpe en la cabeza mientras disputaba un partido ante Jaguares de Chiapas, el cual lo mandó al hospital y activó las alarmas, aunque finalmente el jugador sí pudo volver a las canchas tras un periodo de recuperación.
Pese a volver tras el fuerte golpe, el Apertura 2007 sería el último torneo para Alex con la camiseta del Monterrey y como jugador profesional, disputando 14 partidos y anotando solamente un gol.
Tras retirarse, Alex volvió a Brasil, en donde comenzó a trabajar en Fuerzas Básicas del club Recife.
Además, en el 2015, el jugador fue distinguido por la Asamblea Legislativa de Recife, debido a su exitosa carrera.