Un golazo en tiempo de compensación le arrebató el liderato de la competencia al Atlas que ya se frotaba las manos y permitió al Puebla dormir una noche más en la cima de la tabla luego del empate a un gol entre ambos equipos.
- Club Mazatlán FC
El duelo durante la primera mitad fue complemente para La Franja, hicieron de Camilo a Vargas la figura y no es para menos, los hombres de Nicolás Larcamón han demostrado en cinco fechas que están para cosas serias.
El Atlas por otro lado fue irreconocible, solo una jugada en la agonía de los primeros 45 minutos con un remate de Diego Barbosa, lo demás, fue contener el embate de los locales.
De hecho fue en la segunda mitad cuando se abrió el marcador. Israel Reyes, aplicando la ley del ex, le pegó desde las afueras del área y puso el balón lejos del alcance de Camilo Vargas en el 48’, pero el grito de gol fue ahogado por la gente VAR que después de la revisión determinó que la acción no era válida por una falta previa sobre Edgar Zaldivar.
Eso no fue culpa de Atlas que para este punto del juego ya había recuperado la memoria, adelantó líneas y comenzó a jugar en terreno de la Franja. Julio Furch la tuvo de penal en el 57’, pero Antony Silva ganó el duelo atajando el disparo para mantener el juego sin goles.
Eso se rompió en el 84’. Faltaba lo mejor, Julián Quiñones se sacudió la malaria y a cinco minutos del final de pierna zurda puso el primero del partido para la visita. Atlas se adelantó y acariciaba el liderato del torneo.
Pero Guillermo Martinez tuvo la última palabra en la compensación. Aquel qué pasó por el Ascenso, Chivas, Pachuca y que no logró consolidarse hizo seguramente el mejor gol de su carrera.
Se acomodó el balón ante la mirada de dos defensores, se tendió de chilena y con la pierna zurda la mandó a guardar en el 96’. Puebla lo empató merecidamente si se considera el trámite del juego, Atlas se quedó con las ganas, ambos conservan el invicto y de paso mandan un mensaje al resto de la liga. Están para pelear al que sea.
DP