El episodio más oscuro quizá en la historia del Territorio Santos Modelo es la balacera ocurrida en el 2011 a las afueras del recinto lagunero.
Durante la tarde de un 20 de agosto del año 2011 se disputaba un partido entre Santos Laguna y Monarcas Morelia en la cancha del Estadio Corona. Los guerreros, dirigidos por el técnico Diego Cocca, recibían a los michoacanos, quien en ese entonces eran comandados por Tomás Boy, se encontraban empatando a cero.
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Alrededor del minuto 39, fuertes detonaciones se escucharon en todo el recinto, desatando rápidamente el pánico entre la gente.
En las tomas de televisión se pudo apreciar como Federico Vilar, guardameta del equipo visitante, corre hacia la portería de Santos Laguna, cuando de inmediato los demás futbolistas salen corriendo hacia el túnel, mientras que el zaguero Felipe Baloy se tiró al suelo por unos segundos.
Además, hubo jugadores que en lugar de resguardarse subieron a las tribunas para tratar de proteger a sus familias, pues en aquel momento la incertidumbre era muy grande, ya que, nadie de las personas que estaban dentro del estadio sabía lo que estaba ocurriendo, por lo que hubo quienes llegaron a creer que el tiroteo estaba suscitándose dentro del estadio.
Después de minutos de incertidumbre, Alejandro Irarragorri, presidente de Santos Laguna en aquel momento, junto a Oswaldo Sánchez, se pararon en medio del campo para brindar unas palabras a todos los asistentes y tratar de calmar a los aficionados.
Afortunadamente no se registraron lesionados y después se pudo constatar que todo se trató de un enfrentamiento entre miembros del crimen organizado y las fuerzas de seguridad.
De inmediato, la noticia le dio la vuelta al mundo y el lamentable hecho dio mucho de qué hablar en redes sociales, pues esto fue una prueba de la complicada situación que en aquel momento vivía la Comarca Lagunera en temas de seguridad.