"Luchamos todos los días": ¿Qué hay detrás de las marchas feministas?

¿“Esas no son formas”? Aunque las marchas feministas cada vez aparecen más, puede resultar complejo entender el recurso de la manifestación.

Alejandra López Miranda / Antonio Texta
Ciudad de México /

En los últimos años, el 8 de marzo ha quedado marcado por las mujeres que salen a las calles; luchando unidas por el mismo fin, un mundo más igualitario. Las flores y felicitaciones que típicamente aparecían en el Día Internacional de la Mujer, han quedado atrás y hoy miles de mujeres en todo el país buscan visibilizar las violencias que atraviesan sus cuerpos y sus vidas.

¿“Esas no son formas”? Aunque las marchas feministas cada vez aparecen más, puede resultar complejo entender el recurso de la manifestación, la intervención de monumentos en esta lucha, por ello, Alejandra López Miranda, activista feminista y maestra en sociología por la Ibero, explicó en entrevista para TELEDIARIO cómo estos elementos son fundamentales en el movimiento.

¿Qué significan las marchas feministas?

La marcha es una de las muchas herramientas que usan las mujeres para luchar contra la violencia patriarcal, y a pesar de que el movimiento es diverso, lo que tiene a las mujeres tomando las calles es un mismo fin: “querer un mundo más igualitario y libre para las mujeres; que no haya feminicidio, que no haya desaparición, que el trabajo al interior de los hogares sea más equitativo”, aseguró Alejandra.

En el feminismo también se puede encontrar diversidad en formas de pensar y de manifestarse, sin embargo, para la también docente de la UAEMex, la marcha “es un ritual muy importante porque ahí nos encontramos en una lucha con nuestras diferencias, con la diversidad propia de cualquier sociedad”.

A pesar del estigma con el que ahora cargan las mujeres que salen a protestar de sólo “vandalizar”, López explicó que las marchas feministas son más que eso, además de que la intervención de monumentos y del espacio público es una manera de manifestarse legítimamente.

“El 8M es un grito de aquí estamos todas juntas y desde la rabia, desde el enojo, vamos a luchar por escindir el orden patriarcal, pero desde el amor, desde la sororidad, desde el acompañamiento, vamos a transformar los estereotipos de género y vamos a transformar la posición de subordinación en la que históricamente nos ha puesto el patriarcado”.
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Dentro de las marchas que se hacen presentes en diferentes partes del país, las mujeres gritan y cantan sus consignas; bailan, se abrazan y lloran. Las madres piden justicia por sus hijas asesinadas, las hermanas piden la aparición con vida de sus desaparecidas.

“Frente a lo terrible, lo crudo, lo espantoso del feminicidio, nosotros vamos a cantar ‘abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer’, con fiesta, con batucada, con los verdes y morados. Un ambiente muy carnavalesco, de alegría”, enfatizó Alejandra López.

Alejandra participando en una marcha del 8 de marzo / A quién corresponda


La lucha feminista más allá de las marchas

Como lo explicó la socióloga Alejandra, las marchas son una herramienta para poner de manifiesto en el espacio público la lucha feminista, sin embargo, existen diversas formas de lucha; cada una desde su espacio, aún sin considerarse feministas.

“Luchamos todos los días. Tu mamá, mi mamá, nuestras abuelas con su historia de vida. Nuestras tías con su lucha todos los días están siendo feministas y de una forma valiente, con toda su fuerza lucharon para nosotras tuviéramos más elementos que ellas para defender nuestra libertad”, externó.

Las mujeres que no salen a marchar porque tienen miedo, porque no pueden o no quieren, “ese día también están luchando: maternando desde el amor, desde la fuerza, desde la valentía, siendo una extraordinaria maestra. Las mujeres en el campo sembrando, resistiendo”.


Alejandra López junto a su hermana gemela Elisa y un grupo de compañeras, también activistas, formaron el Círculo Feminista Alaíde Foppa, con el que buscan llevar a un público más amplio reflexiones académicas y humanísticas sobre la reivindicación de los derechos de las mujeres y el feminismo.


Este círculo se ha convertido en una de las formas principales en las que Alejandra hace activismo y lucha por la libertad de la mujer, por lo que resaltó la importancia de que haya mujeres en diferentes espacios luchando cada una desde su posición.

"Entre más feministas haya escribiendo en los medios, entre más feministas haya redactando leyes, entre más feministas haya creando narrativas, mayor será el impulso de transformación del orden patriarcal", puntualizó.

¿Por qué los hombres no pueden ir a las marchas feministas?

El feminismo es una lucha de mujeres contra la violencia que las atraviesa en la cotidianidad, es un espacio creado para mujeres donde puedan sentirse libres, pero eso no significa que los hombres no puedan participar en la reconfiguración del orden patriarcal, como lo afirmó la activista.

Pero, ¿qué sí pueden hacer? Alejandra, dio solo algunas recomendaciones de lo que un hombre puede hacer para contribuir y romper el pacto patriarcal.

• Hacerse responsable de las actividades cotidianas como: cuidar a sus hijos, hacer la comida, limpiar la casa.

• No consintiendo la violación

• Dejando de burlarse de las mujeres

• No apropiándose de las ideas de una mujer

• Dejar de hacer mansplaining

• Dejando de acosar

• No violentar a las mujeres en cualquier ámbito 

  • Entre muchas otras cosas más que impliquen violentar a una mujer en el ámbito publico y privado. 

Ante el protagonismo que tiene el hombre en la mayoría espacios de la sociedad, se busca que dentro de las marchas feministas no tenga este lugar y si algún hombre insiste en ir, Alejandra asegura que se trata de “imposición y reproducción de la lógica patriarcal”.

En muchas ciudades del país se ha buscado incluir a los hombre que sean victimas directas de feminicidio o la desaparición de mujeres, como por ejemplo, los familiares de las victimas o por otro lado, muchas mujeres llevan a sus hijas e hijos, quienes también se convierten en parte de la lucha. 

La lucha feminista tiene un mismo fin y cada persona tiene en sus manos el poder de romper el pacto patriarcal, de crecer desde la sororidad, desde sus trincheras, desde sus espacios y con su historia continuar en busca de un país más igualitario. 


ZP


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