Luego de haber trabajado por más de 50 años para sacar adelante a su familia, Don Juan Reyna, de 81 años de edad, finalmente se quedó solo, pues, tras el fallecimiento de su esposa, repartió con sus cinco hijos, dos millones de pesos, producto de su liquidación, y ninguno de ellos quiere hacerse cargo de él.
Ahora solicita el apoyo de alguna casa de ancianos que lo pueda recibir para no pasar el Día del Padre solo, ya que además necesita atención médica por la diabetes con la que cuenta y la amputación de una de sus piernas.
De acuerdo a don Juan, fue el año de 2015, cuando luego de un accidente y no cuidarse de una herida en su pierna izquierda, los doctores decidieron amputarle la extremidad, ya que por la diabetes que padece, la infección ponía en riesgo su vida, misma situación por la que apenas hace unos meses también tuvo que perder uno de los dedos de su otra pierna.
Desconsolado por la situación en la que se encuentra, es como don Juan recordó a sus hijos, ya luego de quedarse sin dinero, simplemente lo dejaron a la deriva, no sin antes retirar del banco los últimos 80 mil pesos que le quedan de sus ahorros.
A pesar de que don Juan recibe el apoyo de sus vecinas, así como una pequeña pensión, las condiciones en las que se encuentra son insalubres, por lo que pide el apoyo de alguna casa de retiro que pueda recibirlo, o en su defecto, ser ayudado con un pequeño ventilador o televisión.
Los interesados pueden comunicarse al teléfono 871-273-70-73 o acudir directamente a su domicilio en la calle Cañar #126 de la colonia Rincón La Merced II de Torreón