La pasión por el actual campeón del futbol mexicano se plasma de distintas maneras, incluso, en el lugar de trabajo.
El ascenso a primera división en los noventas inició con el amor de Alejandro Escareño a los Tigres, por lo que desde entonces lleva el azul y el amarillo en cada rincón de la vulcanizadora en la que trabaja de Nuevo León.
Posters, aplaudidores, banderas o incluso camisas son parte de lo que Alejandro muestra a los clientes de su establecimiento en el municipio de San Nicolás.
Y esque si bien ahora las alegrías han sido constantes, “el tigre”, como le apodan, narra lo que para aficionados como para él significó la etapa de los años dos mil, cuando los malos torneos, o incluso el riesgo de descender estaban latentes.
Entre las particularidades de su pasión, destaca el hecho de que, por casualidad, cada vez que Tigres gana un campeonato, se descompone su camioneta.
Sin embargo, para este fin de semana, lo único que espera es que Tigres levante el campeonato, para así colocar otra bandera en su vulcanizadora, que significa otro torneo siendo el equipo ganador de la liga mexicana.
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