Disfrutar de un refresco de vez en cuando o de un pequeño snack tras una larga jornada de trabajo es algo que quizá muchas personas han hecho, pero lo que no todos saben acerca de esta acción es que pueden presentarse consecuencias muy negativas, no sólo en el físico, sino también en lo emocional.
Un estudio reciente reveló que el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados puede resultar en problemas emocionales muy graves, por lo que algunos especialistas han recomendado limitar comer estos productos en beneficio de la salud mental.
Alimentos ultraprocesados aumentan riesgos de depresión
El estudio publicado en la revista BMJ señala que tras haber efectuado una revisión de 45 metaanálisis se llegó a la conclusión de que el consumo desmedido de estos productos se asocia a un riesgo de 32 resultados perjudiciales para la salud, entre éstos los trastornos de la salud mental.
Y es que no conforme con el cáncer, afecciones cardíacas, problemas pulmonares y la muerte, los alimentos ultraprocesados también pueden resultar en un riesgo mayor de sufrir depresión, según el estudio realizado a casi 10 millones de personas.
“Una mayor exposición a alimentos ultraprocesados se asoció con un mayor riesgo de resultados adversos para la salud, especialmente cardiometabólicos, trastornos mentales comunes y resultados de mortalidad”, se lee en el estudio realizado.
A los riesgos en la salud mental se incluye que la ingesta de los alimentos ultraprocesados son responsables del 50% de muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares, 48% y 53% en padecer ansiedad y 12% en diabetes tipo 2.
¿Cuáles son los alimentos ultraprocesados?
Se le conoce como alimentos ultraprocesados a todos aquellos que contienen aditivos que dan color, sabor o textura para intentar imitar a los alimentos. Debido a la alta peligrosidad que conlleva consumir estos productos, la Secretaría de Salud en México ha recomendado a la población evitar su compra.
Algunos ejemplos de alimentos ultraprocesados son refrigerios endulzados o salados, refrescos, fideos instantáneos, productos cárnicos, pizzas y pasta preparados previamente, galletas, frituras y más. Asimismo, también se consideran así los aditivos cosméticos como los aromas, colorantes y emulsionantes.
Estos alimentos son característicos por su alto contenido en azúcares, grasa total, grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína, fibra, minerales y vitaminas, lo que resulta bastante negativo para la salud. Por ello, estos productos son etiquetados con los sellos de la Secretaría de Salud para conocer los riesgos de su consumo y optar por una mejor opción.
KM