Atotonilco el Alto es un municipio de Jalisco que cuenta con diversos atractivos, como Los Sabinos, El Mirador, la Parroquia de San Miguel Arcángel, entre otros, sin embargo, existe un parque natural llamado Taretan.
Taretan es conocido por su manantial de agua que forma el río, y con el cual el municipio se mantiene abastecido, y se cuenta que debajo de este lugar hay una criatura mitológica llamada “El Chan”.
En Atotonilco se encuentra un mural pintado por el artista Ricardo Miranda Vargas, dentro del Centro Cultural Dr. Juan José Espinoza. Esta obra se remonta a 600 años atrás, ya que se aprecia el Cazonci, junto a la tribu, que estaban preocupados por la salud de la hija del jefe, Tzintzintli, quien había oído rumores de que el agua de Taretan podría salvarla.
Tzintzintli tenía una enfermedad extraña, que inclusive, un sacerdote recomendó que la llevaran a este manantial que supuestamente era curativo, con la atención de que su salud mejorara, por lo que su padre prometió que si su hija se curaba, iba a fundar el pueblo que hoy se le conoce como Atotonilco el Alto.
La leyenda dice que después de 10 minutos de que la hija del jefe estuvo en las aguas de este manantial, denominado en aquel entonces “santuario de los dioses”, el milagro se hizo realidad. Y a raíz de la sanación de Tzintzintli, el gobernador ordenó fundar un pueblo aledaño a este baño ceremonial.
Hasta el momento Taretan no solamente es un balneario con entrada gratuita, sino que también es un sitio para que las familias disfruten de uno de los espacios naturales conservados en Atotonilco el Alto.
El nombre de Taretan existe desde la década de 1950, y significa “centro de semeras”, y al mismo tiempo es un balneario natural de agua termal, que se ha mantenido desde que se fundó en 1430, por parte del Cazonci Tangáxoan, durante la expansión del Imperio Purépecha.
AA