Comerciantes que se ubican en las inmediaciones del Auditorio Benito Juárez que se encuentra en el municipio de Zapopan, han notado una descenso del 50 al 80 por ciento en las ventas de sus negocios de comida tras la suspensión de la administración de vacunas contra covid-19 en el macromódulo.
María Rivas y Claudia Cruz son dos mujeres emprendedoras, quienes se dedican a vender tacos de canasta sobre la calle Club Oro, en el municipio de Zapopan, sin embargo, ambas fueron despedidas al comienzo de la pandemia por el covid-19, por lo que se trasladaron a las inmediaciones del Auditorio Benito Juárez, ya que a principios del año pasado se convirtió en macromódulo de vacunación, y desde entonces es espacio de incidencia constante de personas.
“He sentido un alivio porque yo trabajaba y dejé de trabajar para alguien, y pues aproveché de una vez para hacerlo por mi cuenta. Yo trabajaba haciendo esto mismo de tacos al vapor, trabajaba con una señora y dije ‘pues voy a hacerlos yo sola’”, comentó María.
Por otro lado, Claudia detalló que debido a su sobrepeso, las empresas la despidieron porque le dijeron que era una persona suficientemente expuesta a enfermarse por la pandemia, por lo que se quedó sin empleo. Sin embargo, optó por llegar a las afueras del Auditorio Benito Juárez, ya que comentó que es madre soltera y necesitaba sustento para mantener a sus hijos.
Cabe señalar que algunos ciudadanos que fueron inmunizados salen del macromódulo de vacunación y se quedan a desayunar con María o Claudia. Sin embargo, durante las últimas dos semanas se han percatado de una reducción en sus ventas, ya que la jornada de vacunación fue interrumpida debido a las celebraciones de diciembre, y a pesar de que se restablecieron el 4 de enero, los negocios continúan a la baja.
Sobre la calle Club Oro, Club Atlas, Club Guadalajara y Mariano Barcena, se pueden encontrar negocios de cualquier tipo de comida, desde fruta y cereales hasta tacos y lonches. Los comerciantes esperan que en los próximos días exista un repunte en la venta.
AA