En el Centro Histórico de la Ciudad de México, en plena Alameda Central, se encuentra el Palacio de Bellas Artes, uno de los edificios más icónicos de nuestra ciudad, y una de las casas de ópera más renombradas del mundo.
La construcción de este recinto inició en 1904, en los últimos años del gobierno de Porfirio Díaz, el cual quería proclamar su lema: orden y progreso.
Adamo Boari, fue el encargado de este proyecto, pero debido a problemas de hundimiento, falta de presupuesto y el inicio de la Revolución, la obra se vió interrumpida parcialmente.
Boari quería resaltar la cultura mexicana y por ello colocó algunas figuras prehispánicas como serpientes, coyotes y jaguares en las fachadas del recinto.
La construcción del recinto fue lenta y en 1916, Boari tuvo que salir del país por problemas políticos y presupuestales, dejando más de 4 mil documentos y planos de la obra, que años después serían claves para que el arquitecto mexicano, Federico Mariscal la terminara e inaugurara el 29 de septiembre de 1934.
Aida, la perrita inmortalizada en la fachada
Aída, la perrita de Adamo Boari, que estuvo presente durante la construcción de Bellas Artes, se ganó el corazón de todos los que trabajaron en la obra, por lo que decidieron inmortalizarla en los muros del recinto.
Así es la fachada de Bellas Artes
La fachada del Palacio de Bellas Artes está hecha con mármol de Carrara. Cuenta con figuras de querubines y con la escultura de una mujer que representa armonía; las columnas, los balcones y la espectacular cúpula son creación del artista húngaro Géza Maroti.
En tanto, las esculturas monumentales que se encuentran en la entrada principal son obra del escultor catalán Agustín Querol.
Y así luce en su interior
En el interior del Palacio de Bellas Artes destacan espectaculares mármoles de distintas procedencias, los detalles de los mascarones de Chaac en los panales de luz y cuenta con Impresionantes murales de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Jorge González Camarena, entre otros.
El recinto tiene una enorme sala principal con una capacidad para mil 667 personas.
Otro dato curioso
El Palacio de Bellas Artes coincide con una parte de la estructura de la Torre Latinoamericana, por lo que presume dos estilos arquitectónicos: uno del siglo XIX y otro de principios del siglo XX.
ZNR