Los vecinos de la colonia Colinas de la Normal, en Guadalajara, expresan su indignación tras los actos de vandalismo durante las recientes festividades de San Judas Tadeo. Los residentes acusan a los asistentes de dañar vehículos, arrojar basura y afectar la tranquilidad de la comunidad en nombre de la celebración.
Uno de los afectados lamenta el estado en que queda la colonia luego de estos eventos, y denuncia que este año sufrió la quema de su auto. Según varios testimonios, esta situación no es nueva, y cada edición de la festividad trae consigo problemas similares. La comunidad demanda mayor respeto y responsabilidad por parte de los asistentes.
¿Qué daños causan los asistentes a las festividades?
Los residentes aseguran que sus propiedades se ven severamente afectadas. Jardines y patios de varias casas a lo largo de la avenida principal, Paseo de los Filósofos, quedan cubiertos de basura tras el evento. Además, se reporta la presencia de personas en estado de ebriedad o bajo los efectos de drogas, lo que intensifica la inseguridad en la colonia.
El vecino afectado, cuyo auto fue incendiado, explica que no es el único que enfrenta estos problemas. Comenta que cada año se presentan incidentes similares, con robos, daños y una acumulación de basura significativa. "Esperamos que quienes acudan a la celebración respeten nuestro espacio y colaboren en la limpieza", declaró.
Otro habitante, Lorenzo Arcos, destaca cómo la celebración ha perdido su esencia religiosa y se ha convertido en un "monstruo", donde el respeto y la fe parecen haberse desvanecido. Antes, explica, la festividad era pacífica y familiar, pero en los últimos 15 años ha cambiado drásticamente.
Los vecinos coinciden en que esta festividad se ha transformado en una excusa para cometer desmanes. Muchos ya no se sienten seguros en sus propios hogares y piden mayor control para proteger su tranquilidad y sus propiedades.
¿Qué solicitan los vecinos a las autoridades?
La comunidad lamenta la falta de vigilancia policial adecuada durante estas fechas. Señalan que el número de oficiales enviados es insuficiente para contener la gran afluencia de personas y mantener el orden. Esto deja a los vecinos en una situación de vulnerabilidad, teniendo que proteger sus hogares y propiedades entre ellos.
Los residentes piden al ayuntamiento que incremente la seguridad y asigne más personal para estas festividades. Esperan que, con mayor vigilancia, los asistentes respeten más la zona y el sentido de la celebración religiosa.
MQ