Tal vez ya no lo viviste, pero la emblemática calle 5 de Mayo en el Centro Histórico de Puebla, no siempre tuvo el aspecto que hoy conocemos. Anteriormente, en dicha vialidad circulaban vehículos, hasta que se convirtió en un corredor peatonal.
La calle 5 de Mayo es icónica en la Angelópolis, ya que conecta directamente con el Zócalo, por lo que es el paso ideal de quienes se dirigen hacia la Catedral.
Hasta la primera mitad del siglo XX, la calle 5 de Mayo era transitada por carretas, los grandes inmuebles aún eran utilizados como casonas, hoy están convertidos en negocios.
Calle 5 de Mayo en Puebla: su transformación en los años 70
La calle 5 de Mayo se extiende desde la avenida Reforma hasta la calle 24 Poniente, pero su área peatonal llega hasta la 18 Poniente, lugar en el que se ubica el templo de Santa Mónica, hogar de la imagen del Señor de las Maravillas.
Por tal razón, los poblanos pueden recorrer monumentos históricos como el templo de Santo Domingo, la Capilla del Rosario, Plaza Victoria, el museo José Luis Bello y Zetina hasta llegar al Zócalo de la ciudad.
A partir de los 70, el gobierno municipal promovió un proyecto para que la calle se convirtiera en un corredor peatonal, por lo que el paso fue cerrado para los vehículos. En su lugar se plantaron árboles, se instalaron jardineras y colocaron bancas.
Caminar en la calle 5 de Mayo es adentrarse en el bullicio de la ciudad. En el pasado, aquí se concentraron negocios como Regalos Dember, joyerías London, la tienda de ropa Al Puerto de Veracruz, el extinto Café Aguirre, el almacén Rodoreda y el negocio de fotografía Puerto Vallarta.
Son pocos los comercios que han sobrevivido al paso de los años, pero la mayoría de los inmuebles conservan su estructura original, herrería y belleza barroca. Andar en la calle 5 de Mayo también es una oportunidad para deleitar el oído con el sonido del organillero que evoca a la Puebla antigua.
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