En Hidalgo, pobladores del municipio de San Agustín Metzquititlán captaron en directo el renacimiento del río Santiago, mismo que permaneció seco durante varias semanas a consecuencia de la intensa sequía que afectó al país, pero que por las lluvias que se presentaron volvió a correr el agua en el sitio.
Dicho afluente recibió sus primeras recargas de liquido vital tras las lluvias presentadas durante la última semana a causa de la tormenta tropical Alberto, por lo que locatarios agradecieron el hallazgo.
Maravillados, los vecinos de la zona narraron cómo el agua empezó a correr por el caudal, lo que representara un alivio por la falta de liquido que se presenta en esta localidad, ubicada en la sierra baja del estado de Hidalgo.
Además de la sequía, este afluente se ha visto impactado por aprovechamiento irracional de la actividad humana, ya que el sitio se presume que fue sobreexplotado, además de que no fue cuidado por las autoridades ni la población en general, aunque está dentro de la Reserva de la Biosfera de la Barranca de Metztitlán.
De acuerdo con vecinos, en la zona algunas personas han hecho uso sin autorización de material pétreo del Río que se encuentra protegido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Por ello, se sabe que del lugar tres constructoras extraían piedras para supuestamente construir un tramo de la carretera Pachuca–Huejutla, a la altura de Zacualtipán.
¿Por qué se da el renacimiento de un río?
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad los ríos y arroyos son sistemas de agua con movimiento constante unidireccional sobre la superficie terrestre.
Los cuales se reabastecen de agua con la precipitación y los escurrimientos superficiales, los mantos freáticos y el deshielo de las altas montañas, así como forman parte del ciclo hidrológico.
Por tanto, México cuenta con cerca de dos millones de kilómetros cuadrados de superficie terrestre y dentro de ellos alberga 320 cuencas hidrográficas, 50 ríos principales, numerosos tributarios, riachuelos y arroyos permanentes o intermitentes, además de los ecosistemas lénticos (humedales, lagos y lagunas).
De este modo, el suelo está cubierto de agua por lo menos una parte del año y crea las condiciones para el desarrollo de especies adaptadas a la humedad y de suelos característicos.
Los ríos, lagos, lagunas y humedales se encuentran en todo el país, por lo tanto ocupan la gran variedad de climas áridos y semiáridos, templados y tropicales. La precipitación varía desde menos de 10 cm hasta 2 a 4 metros anuales. Como el volumen de los ríos depende de la lluvia y de su estacionalidad, los caudales varían de forma importante regional y estacionalmente.
SCM