Fue el 15 de octubre de 1973 cuando comenzaron las actividades de la primera Casa de la Cultura en León, que a lo largo de los años y en sus diferentes sedes, ha fungido como un espacio de convivencia, diálogo y reflexión del arte, la cultura y el desarrollo comunitario.
José Luis Rodríguez Ramírez, director académico del Instituto Cultural de León contó que la ahora llamada Casa de la Cultura Diego Rivera, comenzó en La Casa de las Monas con 55 alumnos y desde 1979 se ubica en el Portal Delicias, en la Zona Centro. En el 2022, contó con una matrícula de 1 mil 844 estudiantes, desde niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Este año ha recibido en su más de 150 talleres a 2 mil 841 personas.
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En el recinto actual comenzaron con artes plásticas, pintura, artes visuales, luego danza, música y actualmente han evolucionado a tener hasta idiomas como inglés y francés. A lo largo del tiempo también han ganado más espacios como el Teatro María Grever y salones adicionales en la parte trasera de la casa donde están los salones de danza.
“Casa de Cultura surge con la necesidad de descentralizar la cultura, entonces primero fue el Consejo para la Cultura y las Artes y posterior se forma el Instituto Cultural de León. Actualmente forma parte de una de las direcciones del instituto, no solamente es casa de cultura sino una infinidad de direcciones y programas más que tenemos”.
Por periodo electivo tienen poco más de 150 talleres, en el semestre de agosto- diciembre cuentan con1 mil 300 alumnos, además de contar con la Casa de la Cultura Efrén Hernández ubicada en la colonia Fraccionamiento Hidalgo que va alineada al mismo fin.
Entre sus talleres con más demanda se encuentran los relacionados con la música como piano, guitarra, batería y violín, le siguen las danzas que van desde la folclórica hasta baile de salón. Cuentan con una plantilla de 55 maestros, cada uno con expertise en su disciplina y amplia trayectoria, pues se busca que compartan con los alumnos toda su experiencia y bagaje.
“Tenemos dos aristas, uno es que vamos de generación en generación, esto es que una persona que vino desde muy pequeña y después vino ya con sus hijos y actualmente ya viene con sus nietos, esto es uno de los públicos que tenemos que podemos llegar hasta una tercera o cuarta generación aquí en Casa de Cultura; y los otros si tenemos algunos alumnos que han destacado”.
La Casa de la Cultura es semillero de talento pues lo que busca es la iniciación artística, donde pueden encontrar su vocación y luego la plataforma para seguirse profesionalizando. Cuenta a demás con nueve grupos representativos, dos de teatro y siete de danzas como polinesias, contemporánea, jazz y folclórica.
“Los talleres que tenemos actualmente surgen para cubrir la demanda de lo que tenemos e el nivel artístico, pero también tenemos talleres como son de oficios como repujado, taller de madera, vitrales, macramé, están buscando más en ese sentido, más que algo digital porque al final del día las artes las llevamos en ese sentido”.
Durante el último año se ejerció una inversión de más de 1 millón 500 mil pesos destinados a la realización de obras de rehabilitación al inmueble y equipamiento de mobiliario, instrumentos y material didáctico.