¡La casa del mariachi! Conoce la historia de la Plaza Garibaldi

En 1921 se le dio el nombre de Garibaldi en honor a un militar maderista.

Mariachi en Garibaldi / Araceli López
Ciudad de México /

En México hay muchos lugares que son rostro de su identidad, grandes edificaciones, monumentos, y plazas. En el centro de la Ciudad de México en el barrio de la Lagunilla, sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas, encontramos una de las plazas más emblemáticas de la ciudad, Garibaldi.

Los mariachis son un emblema de Garibaldi /Araceli López

¿Cuál es la historia de la Plaza Garibaldi?

Este punto ha existido desde tiempos prehispánicos, ya que fue el centro de un barrio dedicado a la alfarería. Posteriormente en el Virreinato se conoció como la Plazuela del Jardín hasta el día en el que una parte del mercado errante del Baratillo echó raíces en este sitio. Luego, adquirió el nombre de la Plaza Santa Cecilia, para llegar hasta el que conocemos, Garibaldi.

Barrio prehispánico

De acuerdo con los trabajos de investigación realizados entre 2018 y 2019 por parte de la Dirección de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se hallaron el área evidencias de una vivienda indígena del siglo XVI y de una zona de producción cerámica del siglo XVIII.

Estos restos físicos fueron abundantes, observándose ollas, algunas de grandes dimensiones; cazuelas, bacines, macetas, platos, jarras, entre otras.

Gracias a los materiales encontrados se puede constatar que en tiempos prehispánicos el espacio era un barrio dedicado a la alfarería, actividad que permaneció hasta la época colonial.

Restos físicos encontrados en el área / Arqlga. Mara Abigail Becerra Amezcua Dirección de Salvamento Arqueológico, INAH.

Plazuela del Jardín

De acuerdo con el lNAH, la plaza de Garibaldi en aquel momento, conocido como plazuela del jardín, quedaba fuera de la traza de la capital creada por los españoles, por lo que esta zona era habitada por los indígenas. Fue nombrada de ese modo porque había un jardín.

El Baratillo

Antiguamente el mercado del Baratillo se ubicaba a un costado de la Catedral, pero tras la primera transformación del Zócalo este mercado fue derrumbado y encontró un espacio para florecer en lo que hoy es la plaza Garibaldi.

De acuerdo con el Fideicomiso de la Ciudad de México en este mercado se vendían tanto artículos averiados por los viajes a través del Atlántico (“mercado de averías”) como objetos de segunda mano que los vecinos subastaban o intercambiaban.

El Baratillo por Diego García el Conde / Museo Nacional de Historia de México, sala 2

Plaza de Santa Cecilia

Este lugar de reunión pronto fue testigo de la apertura de cantinas, pulquerías, y músicos, lo que le daría su identidad propia. Con tantos músicos ahí y una ferviente fe, pronto fue dedicada la plaza a Santa Cecilia, por ser la patrona de los músicos.

Santa Cecilia patrona de músicos y poetas / Cathopic.com

Plaza Garibaldi

No fue sino hasta 1921 se le dio el nombre de Garibaldi en honor a un militar maderista. De acuerdo con el INAH, el General Giuseppe Garibaldi (1887-1950), fue un militar italiano que participó en la Revolución mexicana. Llegó a México en 1911, se incorporó a las fuerzas maderistas, y participó en múltiples combates en Chihuahua.

General Giuseppe Garibaldi (1887-1950) / Mediateca INAH

Garibaldi y el mariachi

La consolidación del mariachi como el estilo mexicano de música se fue gestando con cada cambio en la plaza Garibaldi, pero no llegó sola, fue impulsada por el cine de oro mexicano. Este levantamiento del charro como protagonista de aquellas épicas tuvo como resultado un desfile de valientes de carne y hueso, codifico un modo de habitar y ser en el mundo.

En ese momento la plaza Garibaldi ya era conocida por ser el centro de reunión de los músicos pronto comenzó a ser el epicentro de todos aquellos que buscaban llenar el traje de aquellos ídolos como Pedro Infante, Javier Solís o Jorge Negrete.

Grupo de Mariachis tocando en la plaza Garibaldi / Omar Franco

Garibaldi y el tequila

Pronto aquellas pulquerías y cantinas se volvieron el escenario de inimaginables parrandas. De acuerdo con el Fideicomiso de la Ciudad de México, la plaza Garibaldi en especial la cantina de Tenampa atestiguó las mejores parrandas de gente como León Trotski o Antonin Artaud. También varios de los ídolos más perdurables fraguaron sus rasgos aquí: José Alfredo Jiménez, Tito Guízar, Lucha Reyes y Chavela Vargas, entre otros.

En el Salón Tenampa fue el escenario donde se escribieron grandes canciones / galería Salón Tenampa

¿Qué puedo hacer en la plaza Garibaldi?

Si quieres vivir esta experiencia puedes hacerlo en cualquier época del año. Ya sea que quieras comer en el mercado de San Camilito, probar tequila en el Museo del Tequila, escuchar música, o hasta contratar a un grupo de mariachis para una serenata.

El Museo del Tequila abre sus puertas en un horario de domingo a miércoles de 11 a 22 horas y de jueves a sábado de 11 a 24 horas. Y el costo de entrada general es de 90 pesos mientras que, para estudiantes, profesores, e INAPAM de 45 pesos.

El Mercado San Camilito abre sus puertas en un horario de 07:00 a 22:00 horas ahí podrás encontrar todo tipo de comida mexicana, artesanías, o recuerdos, todos a precios muy variados.

Pero si lo tuyo son las cantinas, y quieres visitar una fundada desde el 1925 no puedes dejar de visitar el emblemático lugar que ha recibido a figuras como Juan Gabriel. Tenampa comienza con la atención al público en un horario de 14:00 a 02:00. Su precio inicial es de 300 pesos por persona.

En lo que respecta a contratar un grupo de Mariachi, el precio va a variar de acuerdo con el día, el horario, el tiempo y el número de canciones, su precio inicial es de mil 500 pesos.

Si la tierra pudiera contar historias, ¿qué tanto diría? Si los edificios tuvieran lenguaje serian el archivo del paso del tiempo. Los tratos, las canciones y los amores vividos.

Los 151 años de la creación de esta plaza otorgan la oportunidad para recordar aquello que le da identidad al mexicano, lo que le gusta, y como es; fuerte, fiestero, amoroso.

Esta forma de ser en el mundo que vive unida a la existencia del ciudadano capitalino, Garibaldi es la prueba de que, si se vive 100 años, 100 años nos recordará la historia de México misma que noche con noche va creciendo más y más.

A 151 años de la creación de Garibaldi, que traigan el tequila y que suene fuerte el mariachi. / José Méndez, EFE

​PALA

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