Los choferes de rutas urbanas del Área Metropolitana de Monterrey no tienen de otra más que cobrar los 15 pesos, pues si siguen con la tarifa de 12, la empresa transportista los obliga a pagar el faltante o los desocupan, así lo señaló un operador quien fue despedido.
El hombre, quien pidió el anonimato, fue despedido luego de 30 años de servicio y dijo ante las cámaras de Telediario que al llegar a la base de la ruta, hacen conteo de los boletos vendidos y el dinero en efectivo con el que llegan, por lo que si no cobran los 3 pesos extras, ellos tienen que ponerlo de su bolsillo.
“Cuando llegamos a liquidar nos cobran los tres pesos que hacen falta, entonces a consecuencia de eso piensan que no los robamos, ya no nos dan trabajo, nos corren porque creen que estamos robando”, señaló.
Esto es el otro lado de una situación que lleva tres días en la entidad y que ha provocado el enojo de los usuarios, que en algunos casos han lanzado agresiones contra los operadores.
“Esas cosas nos afectan como trabajadores y la gente no lo ve así, creen que nosotros tenemos la culpa”, mencionó.
Transportistas dicen que sin cobro de 15 pesos hubieran retirado servicio
Aplicar la tarifa de 15 pesos era la decisión que menos afectaba a la comunidad, pues de lo contrario tendrían que haber retirado el servicio, señalaron transportistas luego del incremento tarifario aplicado desde el pasado miércoles.
A través de un comunicado, la Asociación de Transporte Público de Pasajeros de Nuevo León A.C, quienes ampliaron la tarifa de 12 a 15 pesos, expusieron que sólo había dos opciones, o detener el servicio ante la imposibilidad de pagar combustibles, refacciones y sueldos; o bien cobrar los 15 pesos tal y como lo hacen las Rutas Express, las cuales iniciaron operaciones hace poco más de un año.
En el comunicado los transportistas explicaron que las Rutas Express, mismas a las que calificaron de ilegales, invadieron recorridos más rentables.
Los transportistas expusieron que en la Ley de Movilidad se estipula que la tarifa debe actualizarse anualmente, o en su defecto compensar económicamente a los prestadores de servicio, situación que no se ha hecho y que vuelve inviable financieramente al servicio.
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