En la colonia Burócratas de San Pedro, Coahuila, un fenómeno que muchos consideran un milagro ha capturado la atención y devoción de cientos de personas.
En el hogar de la familia Adame Vega, ubicado en la avenida Raúl Gámez número 21, una imagen de la Virgen de Guadalupe derrama lágrimas, un hecho que los vecinos describen como un acto divino.
Según relatan los integrantes de la familia, la primera vez que notaron las lágrimas en los ojos de la Virgen quedaron profundamente conmovidos.
“Nos sorprendimos tanto que también lloramos”, comenta uno de los miembros. Desde entonces, este evento ha generado una oleada de fe y esperanza en la comunidad.
Lo que comenzó como un asombro familiar pronto se convirtió en un punto de encuentro espiritual.
Vecinos, personas de otras colonias e incluso de ciudades cercanas han acudido a la casa de la familia Adame Vega, deseosos de presenciar a la Virgen que llora.
Algunos llegan para comprobar el fenómeno; otros, movidos por la devoción, se arrodillan ante la imagen y aseguran sentir paz y fortaleza en su presencia.
Desde que ocurrió el primer suceso, la familia organiza una velación anual en honor a la Virgen antes del 12 de diciembre, fecha en que se celebra a la Virgen de Guadalupe.
La velación se lleva a cabo la noche del 11 de diciembre, a partir de las 23:00 horas.
Durante el evento, los asistentes rezan el rosario, hacen peticiones por el prójimo y expresan su agradecimiento a la Virgen.
Feligreses visitan a la Virgen en San Pedro, Coahuila
El 12 de diciembre, las celebraciones continúan con una reliquia y danzas tradicionales. Los fieles aseguran que las lágrimas de la Virgen simbolizan la sanación de la humanidad y un llamado a la reflexión por los pecados del mundo.
“Ella llora por nosotros, por la humanidad y por nuestros pecados,” afirma la familia Adame Vega, quienes ven en este evento un mensaje divino para fomentar la unión, la fe y la esperanza en tiempos difíciles.
Para quienes deseen presenciar este acto considerado milagroso, la invitación está abierta: la Virgen sigue recibiendo a quienes buscan en ella consuelo y fortaleza espiritual.
La historia de la Virgen que llora se ha convertido en un símbolo de fe para San Pedro y sus alrededores, un recordatorio de que, en medio de la adversidad, la devoción y la esperanza siguen uniendo corazones.
Así se vivieron las mañanitas a La Virgen en la parroquia de Guadalupe en Torreón
A pesar de las bajas temperaturas que marcaron la víspera del 12 de diciembre, cientos de fieles católicos se congregaron en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Torreón para participar en las tradicionales celebraciones en honor a la Virgen Morena.
Este 2024 se conmemoran 493 años de su aparición en el cerro del Tepeyac, un evento que sigue inspirando fe y unidad entre los devotos.
Las festividades incluyeron la emblemática misa de gallo y las Mañanitas, que reunieron a figuras destacadas de la comunidad eclesiástica, como el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza, el padre José Luis Escamilla de la Catedral del Carmen y el párroco René Pérez de la iglesia de Guadalupe, entre otros sacerdotes.
Al finalizar la eucaristía, en punto de la medianoche, el momento cumbre llegó cuando la banda Toro Viejo entonó las Mañanitas frente al altar, acompañando a los fieles que agradecían los favores y la salud recibidos durante el año que termina.
En un emotivo mensaje, el obispo Barraza expresó su agradecimiento a la comunidad católica de La Laguna por mantener vivo el entusiasmo y la devoción hacia la Virgen de Guadalupe.
Destacó que estas celebraciones no solo son una muestra de fe, sino también un recordatorio del mensaje de fraternidad que impulsa a la comunidad.
EC