Sin agua no hay vida, y en el Ejido Presa de Maltos no han tenido una gota de agua en ocho meses. Por tanto, la vida se les acaba.
Desesperados, piden ayuda al Gobierno del Estado para que les envíen algo de agua, al menos para beber.
Presa de Maltos es el último pueblo al sur de Nuevo León, quizá por eso las autoridades ni lo hacen en el mapa.
Está más cerca de Matehuala y de San Luis Potosí que de Monterrey. Tiene poco menos de 500 habitantes, que ya no saben qué hacer ante la falta de agua.
El poco ganado que tienen está flaco y a punto de morir. Los niños ya no van a la escuela, tienen semanas sin poder bañarse, porque si no hay agua para beber, menos para higiene o lavado de ropa.
En medio de la nada y olvidados, los habitantes de presa Maltos envían el clamor desesperados, porque la sequía se alarga y quizá podrían pasar un par de años antes de que el cielo les envíe un poco del agua que piden.
jvl