Por unanimidad, el Congreso de Nuevo León exhortó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que informe a los diputados la situación actual de los acuíferos del estado en lo referente a su nivel de agua o abatimiento, en referencia de que tan agotados pueden estar.
Con fundamento en el artículo 9 de la Ley de Aguas Nacionales, comentó Tabata Ortiz, diputada de Movimiento Ciudadano en sesión, en Nuevo León cuentan con 23 de estas formaciones, las cuales se distribuyen a lo largo del territorio, y de los cuales se extrae de manera aproximada la mitad del agua que consumen los regiomontanos.
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“La dinámica hídrica de estas formaciones consiste básicamente en la captación de agua pluvial, su almacenamiento y conservación, hasta que esta es extraída para sostener las diversas necesidades humanas.
“La Conagua cuenta con una subdirección General Técnica, la cual depende de la Gerencia de Aguas subterráneas y que emite la información dejándola disponible en su plataforma digital”, detalló.
De acuerdo a la última información que se compartió, manifestó, 13 de sus 23 acuíferos están sobre explotados, es decir, se les extrae más agua de las que pueden recargar naturalmente.
“Esto, sin duda, representa un peligro al mediano y largo plazo, toda vez que las formaciones rocosas que conforman estos acuíferos, pueden sufrir cambios en su composición si se quedan sin agua, lo cual puede repercutir en la capacidad de almacenamiento de agua, algo que sin duda sería muy delicado considerando la dura sequía que venimos enfrentando.
“Para poner un poco más en contexto la sobre explotación que padecen los acuíferos, podemos mencionar el denominado “citrícola sur” al que se le sobre extraen anualmente casi lo equivalente a 3 presas de la boca”, afirmó.
jvl