El Centro de Rehabilitación para Enfermos con Adicciones en Tehuacán (CREAT) ha reportado que el personal que labora en maquiladoras y empresas de la construcción presenta una alta incidencia en el consumo de sustancias ilícitas, lo cual es negativo para el desempeño de sus actividades y su salud, informó el titular Humberto Merino Ramírez.
Dentro de los datos recabados, se detectó que la droga de principal consumo es el cristal; en otros casos, también han observado el consumo de marihuana.
Personal del CREAT ha visitado aproximadamente 10 centros laborales en el municipio en las últimas semanas y ha observado un notable aumento en la demanda de asistencia para el tratamiento de adicciones, problema que se ha convertido en prioridad para muchas familias.
Una persona al día pide apoyo para dejar las drogas en Tehuacán
Esta situación se ha reflejado en que al menos una persona al día busca apoyo en el centro para combatir su dependencia a las drogas, ya que los grados de dependencia varían en algunos casos.
Este problema de salud se ha observado en un 65 por ciento en hombres y un 35 por ciento en mujeres, con edades que oscilan entre los 17 y los 60 años.
Para atender este tipo de servicio, han realizado una mayor cantidad de pláticas de prevención en centros laborales. El testimonio de las personas que son atendidas ha reflejado que el consumo de sustancias ilícitas se atribuye en gran medida a la presión de soportar largas jornadas laborales y cumplir con las exigencias de producción, necesitando soportar el ritmo de trabajo.
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Consecuencias del consumo de drogas en maquilas de Tehuacán
El consumo de drogas en los centros de trabajo, como en el caso de las maquilas de Tehuacán, tiene serias consecuencias tanto para los empleados como para las empresas.
En primer lugar, el desempeño laboral se ve significativamente afectado, ya que las sustancias ilícitas pueden disminuir la concentración, la coordinación y la capacidad de toma de decisiones.
Esto no solo reduce la productividad, sino que también incrementa el riesgo de accidentes laborales, poniendo en peligro la seguridad del trabajador y de sus compañeros.
Además, el consumo de drogas puede llevar a un aumento del ausentismo y del presentismo (cuando el empleado está físicamente presente pero no rinde adecuadamente).
Esto genera costos adicionales para las empresas en términos de pérdida de eficiencia y posibles gastos médicos o legales.
Desde el punto de vista de la salud, el abuso de sustancias puede causar serios problemas físicos y mentales, incluyendo adicción, enfermedades crónicas y trastornos psicológicos.
En el ámbito laboral, esto puede traducirse en un mayor uso de los servicios de salud, permisos por enfermedad y, en casos extremos, incapacidades permanentes.
Finalmente, el ambiente laboral también se ve afectado. La presencia de drogas en el lugar de trabajo puede generar un clima de desconfianza y estrés entre los empleados, impactando negativamente en la moral y en la cohesión del equipo.
Por lo tanto en Tehuacán, las empresas deben implementar políticas de prevención y ofrecer programas de apoyo y rehabilitación para abordar este problema, protegiendo tanto a sus trabajadores como a la integridad de la organización.
ERV