En 2024, la Zona Metropolitana del Valle de México vivió una de sus peores crisis ambientales. De los 365 días del año, solamente 54 estuvieron marcados por aire limpio.
La situación empeoró con la activación de más de una decena de contingencias ambientales, una de las cuales fue por partículas PM2.5. Estos alarmantes datos son revelados por la Dirección de Monitoreo Atmosférico de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), y subrayan la crítica calidad del aire que afecta a millones de personas en la región.
¿Cuáles fueron los contaminantes más frecuentes en el aire este 2024?
Durante los 311 días restantes, la concentración de contaminantes como ozono (O3), partículas PM10, PM2.5, dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2) superó los límites establecidos por la Norma Oficial Mexicana (NOM).
En concreto, los contaminantes más recurrentes fueron el ozono y las partículas PM10, las cuales, junto con el monóxido de carbono, representaron una amenaza constante para la salud de los habitantes del Valle de México.
¿Cuántos días hubo de aire limpio hubo en CdMx y Edomex?
En cuanto a la distribución de los días con aire limpio, la Ciudad de México registró 87 días libres de contaminación, mientras que el Estado de México logró 82.
Sin embargo, este respiro fue insuficiente frente a los altos niveles de ozono y partículas suspendidas que dominaron la mayor parte del año.
¿Cuántas veces se activó la contingencia ambiental en 2024?
Según la Sedema, en 11 ocasiones, la Fase 1 de contingencia ambiental se activó debido a las altas concentraciones de ozono, especialmente en los meses de mayo.
El ozono fue el contaminante que más activó las contingencias, con 91 días en los que las concentraciones para un promedio de 8 horas se mantuvieron en los límites de la NOM. Para el caso de las partículas PM10, se mantuvieron en niveles aceptables por 165 días, pero las PM2.5 superaron los umbrales permitidos en la mayoría del año, activándose contingencia ambiental en una ocasión por este contaminante.
El monóxido de carbono y el dióxido de azufre, aunque estuvieron dentro de los límites en la mayor parte del año, no dejaron de ser parte de la ecuación del aire insalubre que respiran los habitantes de la megalópolis. Con la activación de 12 contingencias ambientales en total, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) tuvo que tomar medidas para mitigar el impacto de estos contaminantes, pero los resultados siguen siendo alarmantes.
La situación es un recordatorio urgente de la necesidad de un cambio en las políticas ambientales y de transporte, que prioricen la salud pública y busquen soluciones sostenibles para mejorar la calidad del aire en una de las ciudades más grandes y densamente pobladas del mundo.
AFV