Ex convento de Santa Rosa y la cocina que vio nacer al mole poblano

El convento de Santa Rosa de Lima tuvo un período de vida de 1739 a 1861, cuando las Leyes de Reforma obligaron a que las propiedades del clero fueran cerradas y el inmueble se convirtió en cuartel.

Cocina del ex convento de Santa Rosa / Melanie Torres
Puebla, Puebla. /

Embellecida con azulejos de auténtica talavera, la cocina del ex convento de Santa Rosa fue testigo mudo de un milagro en la gastronomía: el mole poblano. 

Durante el siglo XVII, en este santuario religioso se desarrolló la vida conventual de las monjas dominicas. La leyenda narra que estos aposentos nació el platillo que caracteriza a Puebla, el mole poblano, gracias al ingenio de sor Andrea de la Asunción. 

Ella, al igual que sus compañeras tenía probar los alimentos, y a pesar de ello pudo crear la mezcla perfecta del ahora tan típico mole poblano bajo una oración que frase que dice:

 ‘San Pascual Bailón, san Pascual bendito, que por ollas y cazuelas brincas, brincas, casi vuelas, mi corazón se me vuela, dale buena sazón a mi cazuela’.

Adornada con cazuelas que era acaloradas en fogón

La cocina del ex convento de Santa Rosa es considerada la más bella del estado de Puebla, pues está forrada de talavera en su totalidad, con casi 18 mil azulejos; una obra barroca compuesta por ladrillo, yesería y molduras blancas con elementos orgánicos, así como la piedra labrada en cantería gris. 

La cocina de hermosa arquitectura tiene dos tornos de servicio, un área de refrigeración, además de pretiles, alacenas, braseros, lavaderos, pileta, hornos y fogones ocupados por utensilios de cocina como moleras, atoleras, cazuelas, cucharas, chimoleras y molcajetes.

De lo religioso a lo mundano 

El convento de Santa Rosa de Lima tuvo un período de vida de 1739 a 1861, cuando las Leyes de Reforma obligaron a que las propiedades del clero fueran cerradas y el inmueble se convirtió en cuartel. 

En los años posteriores, el lugar albergó en hospital psiquiátrico y después fue vecindad, pero en 1968 bajo el mandato del ex presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, el edificio fue recuperado y en 1973 se convirtió en el Museo de Arte Popular Mexicano. 

A partir de esta fecha inició la exposición de las artesanías propias de las siete regiones de Puebla, así como frescos que pertenecieron al convento.

El ex convento de Santa Rosa tiene una extensión de 5 mil metros cuadrados, tiene dos patios y su magnitud va desde la avenida 3 Norte, 12 y 14 Poniente en el Centro Histórico. 



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