Luego de cuatro años de juicio, un juez federal ordenó a la escuela primaria federal ‘Braulio Rodríguez’ que se localiza en Cuernavaca, Morelos, que establezca protocolos para la prevención, detección y actuación en caso de maltrato y acoso escolar, y que tome las medidas necesarias para proteger la integridad física, psicológica y moral de una menor que fue agredida por un compañero que le aventó un libro lesionándole la nariz.
José Leovigildo Martínez Hidalgo, juez Séptimo de Distrito en la mencionada entidad otorgó un amparo, sentencia que también establece que se brinde asesoría personalizada a la familia para acceder a los beneficios de la póliza de seguro institucional con el que se cuenta para atender este tipo de eventos.
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Además de valorar el grado de afectación y la situación económica de la víctima, debiendo determinar los gastos devengados por la familia en la atención de la niña.
De acuerdo con el expediente judicial, el abuelo de la niña, que cursaba el quinto año de primaria, promovió el amparo en 2019, contra actos del gobernador del estado y autoridades del Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), porque fueron omisas en atender el hecho suscitado en junio de 2018.
“Me dijo (el abuelo) que un compañero tuyo te había aventado un libro y te lastimó la nariz causándote una fractura y que los maestros de la escuela no estuvieron presentes para evitarlo”, detalla la sentencia de lectura fácil.
“He revisado tu asunto y considero que tu abuelo y tú tienen razón. Es mi obligación informarte que, por ser una menor de edad, me corresponde a mí y en general, a todas las autoridades del país, incluyendo maestros y directores de las escuelas, velar por la salud, bienestar, integridad, desarrollo físico, emocional, educativo e intelectual de todos los menores de edad, y la obligación a convivir en un ambiente sano y libre de violencia de cualquier tipo.
“Por ello, te informo que he tomado la decisión de solicitar al personal de la escuela donde cursabas la primaria y a sus superiores, para que tomen todas las medidas necesarias para proporcionarte la protección y apoyo físico, moral y psicológico que necesites y lleven a cabo los actos necesarios para brindarte a ti, a tus papás o a tu abuelo la asesoría para acceder a los beneficios de la póliza de seguro institucional con el que cuenta la escuela, para atenderte”, explicó el juez.
Leovigildo Martínez puntualizó que, si bien la menor agredida ya egresó de dicho plantel, las autoridades escolares deberán darle seguimiento al procedimiento para restituirla en el pleno goce de sus derechos, derivado de las lesiones que le causaron en las instalaciones de la escuela.
El impartidor de justicia agregó que, pese a que la menor ya no estudie en esa escuela, no es impedimento para que las autoridades responsables atiendan los daños que se le causaron, ya que con su proceder omiso se afectó el derecho de la niña a recibir educación en un ambiente sano y libre de violencia; además de que no han instrumentado políticas y técnicas necesarias para atender de forma adecuada la violencia escolar.
ZNR