San Francisco del Rincón, una de las ciudades con más casos de depresión en el estado de Guanajuato, especialistas en el área de psicología señalan que el elevado índice de casos con factores como la poca educación en salud mental que se imparte, la inseguridad que se vive e incluso los bajos ingresos que muchos de los pobladores poseen.
Jessica Núñez, se ha desempeñado durante un tiempo como psicóloga dentro de la localidad y que, con base en su experiencia, describe al caso particular de San Francisco del Rincón como grave, en materia de salud mental.
Según comenta, hasta el 90 por ciento de los pacientes que son atendidos por en consulta presentan síntomas de depresión, lo que se vincula, en primer lugar, a aspectos como la educación tradicional que reciben los habitantes, donde todo aquello vinculado a lo emocional o la salud mental queda en segundo plano.
“Creo que viene de que no hay educación emocional en la familia, que es parte de todo. No hay educación emocional, no hay un lenguaje emocional en la familia, no hay una apertura a que expreses tus emociones (…) al no haber esto, tú puedes expresar tus emociones, guardándotelas, reprimiéndotelas; si nadie te mencionó lo que eres, creces con una percepción de la realidad negativa”, dijo.
Así mismo, relaciona el número de casos registrados con el consumo de drogas; lo que incluso se ha visto reflejado en municipios como León, donde una gran parte de los pacientes que son atendidos por depresión, presentan problemas de adicciones.
“Yo creo que también, en San Francisco, un factor que también es muy importante en casos de depresión es también el desarrollo de las drogas y su dependencia; pero, si de niño no te enseñaron otros medios para resolver tus problemas, para expresar lo que sientes, tú creces y buscas otros medios”.
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Otro factor a considerar es la inseguridad que se vive en el municipio, recordando que este se encuentra en semáforo rojo para delitos como robo a vehículo, robo a casa habitación, robo a negocio y violación. Aunado a ello, existe un porcentaje considerable de la población que no puede costear el servicio de consulta psicológica, lo que dificulta aún más el recibir atención.
“No existe el conocimiento de a dónde puedo ir cuando tengo depresión; luego, cuando ya encuentras la institución, puede que se salga de tu presupuesto o de tus posibilidades (…) no hay tantas instituciones que te den esta posibilidad de acceder a un sistema de atención psicológica que se adapte a tus posibilidades”.
Ante esta situación, señaló la importancia de brindar más servicios de salud mental, todos ellos accesibles; así como de crear una campaña de concienciación dirigida a la población en general para que, en caso de presentar síntomas de depresión, sepan dónde acudir.
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