Depresión podría ser la principal causa de incapacidad en México para 2030

Pese a que gran parte de los casos de atención psicológica laboral se deben a depresión, muy pocos pasan a considerarse incapacidad laboral.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es la única institución facultada para otorgar la incapacidad en estos casos.
Saltillo, Coahuila. /

Pese a que la ley federal del trabajo ya contempla desde el 2024 que las personas con depresión pueden solicitar una incapacidad temporal para el trabajo, aún es difícil obtenerla, lo que acarrea problemas de productividad para las empresas y empeora la salud de los trabajadores afectados dijo, José Arcadio González Aguilar, Presidente y Fundador del Instituto de Atención Integral de Desarrollo Humano, INTRA.

Dijo que en este año en que entró en vigor el Catálogo de Enfermedades Incapacitantes, el organismo ha atendido al menos a 20 personas que requerían ser incapacitadas y fueron derivadas al IMSS, pero de ellas solo una lo logró; la mayoría de ellas eran operarios, lo que afecta también la productividad y aumenta el riesgo de accidentes laboralesEn el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, explicó que: 

“A partir del 2024 la Secretaría del Trabajo hace una reforma a enfermedades laborales y se considera la depresión como una enfermedad laboral que causa incapacidad, o sea una persona con depresión ya puede tener acceso a una incapacidad”.

Esto ocurre de la siguiente manera en el Instituto Mexicano del Seguro Social, única institución facultada para otorgar la incapacidad en el caso de quienes tienen esta prestación: el médico familiar como primera atención hace una evaluación de la persona y derivado de ello, puede o no, que se le canalice a psiquiatría o psicología donde el especialista le otorga tratamiento y determina si requiere o no incapacidad.

No obstante, en muchos de los casos el médico familiar considera que no es necesario pasarla al siguiente nivel, y es ahí donde se priva al paciente de recibir la atención especializada y mucho menos la incapacidad requerida.

Hay muchos casos de depresión laboral, pero pocos pasan a convertirse en incapacidad.

“Yo atiendo colaboradores en algunas empresas y la depresión es el principal motivo de consulta, se dice que una de cuatro personas padece o va a padecer depresión y se espera que para el 2030 va a ser la principal causa de incapacidad laboral… ha sido lento todavía comprobar ante el IMSS que una persona tiene depresión y eso le imposibilita a seguir sus actividades laborales”.

Además de la depresión, se consideran incapacitantes otras enfermedades mentales como la ansiedad, trastornos del sueño, trastornos de la alimentación; 

“Me ha tocado derivar colaboradores para que reciban una incapacidad o cuando menos un ajuste a los horarios laborales porque en Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga hay mucha industria, entonces los colaboradores rolan turnos y esto puede afectar mucho al ciclo del sueño”.

Aunque no se logró que los colaboradores enviados recibieran una incapacidad, a través de la propia empresa y con la intervención del especialista, sí fue posible evitar que siguieran el rol de turnos a fin de que al menos redujeran este agente estresante, ya que resaltó:

 “El ser humano no está diseñado para trabajar de noche porque nuestro cerebro produce melatonina y eso nos hace tener sueño”.
“Aquí los médicos familiares que son los que de primer nivel reciben a las personas y tendrán sus propios criterios y quizás no consideran que sea el grado de dar una incapacidad”; apuntó que el único caso que prosperó, fue el de una paciente que tuvo que ser hospitalizada en el Centro Estatal de Salud Mental, a la que el IMSS sí le dio la incapacidad.
La salud mental ha avanzado pero lento, todavía somos una sociedad que nos centramos únicamente a lo físico y esto es desde el gobierno, las instituciones privadas, instituciones públicas y es muy poco el recurso que se destina para tratar la salud mental, sí me parece que pudiéramos ir más rápido pero esto nos compete a toda la sociedad en general. Los particulares no están permitidos en dar una incapacidad, pueden dar recomendaciones, el IMSS es el único, y si un privado considera que la persona necesita incapacidad tiene que enviarla al IMSS.

Entre los efectos que la persona tendrá con este estado de ánimo, llamado de “aplanamiento” poca energía para trabajar, “va a haber descuidos, la persona no va a estar su atención plena en las actividades que está realizando, por lo tanto pues va a tener errores equivocaciones, esto le puede llevar a tener accidentes por no concentrarse de forma adecuada en la actividad que está desarrollando; pero también hay otra serie de implicaciones, la depresión es un factor de riesgo para el suicidio y una persona que en un centro de trabajo tiene el acceso a los medios para atentar contra su vida pues es más probable que lo haga”.

JPM


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