En el municipio de Huaquechula se tiene una tradicional y única manera de honrar a las personas que ya no están, pues con artesanías de la región se colocan altares monumentales para recordar a sus seres queridos y realizan convivencias para volver a compartir con ellos.
De acuerdo con la tradición, las personas colocan altares monumentales para esperar a las personas que se les adelantaron en esta vida, para ello cada día a partir del 28 de octubre y hasta el 1 de noviembre reciben a alguien diferente.
Particularmente en esta región para realizar estos altares se incentiva la economía local, pues cada componente de la ofrendas se realiza por artesanos del mismo municipio, además de que hay una serie de lineamientos específicos para poder apreciarlos.
En este sentido, se acostumbra que la estructura de estos altares tenga un significado; en el caso de la familia Martínez se trató de la iglesia de Juquila, pues la madre a la que estaba dedicado era muy devota de esta virgen.
El reloj y los rosquetes marcan la hora y el rostro de la persona fallecida
También se acostumbra que se coloca un reloj con la hora estimada que la persona pierde la vida, ya que esto representa que ahí se paró el tiempo para ella y que la vida ya no volverá a ser la misma.
Además, se coloca el pan típico de esta región que son los rosquetes, que significa el rostro de las personas que ya no están, también se puede poner la típica hojaldra y chocolates que también se hacen en la demarcación.
Asimismo, se coloca un espejo que refleja la fotografía de quien se adelantó, lo que representa que mientras estas tradiciones sigan vigentes ese ser querido seguirá siendo recordado.
Alrededor de la imagen se colocan los santos a los que veneraba y esculturas de ángeles simulando que lloran, se requiere de uno por cada hijo que deja en vida o persona querida que lo apreciaban.
Estas son las reglas para visitar los altares de Huaquechula
Para este 2024 se colocaron 30 altares, de los cuales cinco están destinados a artesanos que perdieron la vida a lo largo del año, ya que con su partida se redujo el número de personas capaces de hacer estos altares y con ello se corre el riesgo de perder la tradición.
Por otra parte, cuando una persona quiere visitar estos monumentos es necesario seguir con un estricto código de ética para los visitantes, que incluyen reglas como no llegar con las manos vacías, pedir permiso para pasar, entrar con total respeto al recinto.
Además, cuando se recogen las ofrendas el 2 de noviembre se acostumbra a que la familia que puso el altar ofrezca una comida, por lo que se pide ser respetuoso con la misma y al terminar de degustarla ayudar a poner la basura en su lugar.
EG