De espíritu combatiente, el general Ignacio Zaragoza lideró al Ejército de Oriente que luchó y venció a las tropas francesas en la Batalla del 5 de mayo en los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
El inesperado triunfo dadas las condiciones de su tropa y el escaso número de los combatientes, significó su victoria más notable. Zaragoza era un estratega y con su habilidad se logró que 'las armas nacionales se cubrieran de gloria'.
El general Ignacio Zaragoza murió el 8 de septiembre de 1862, es decir, meses después de la Batalla de Puebla, sin embargo, sus restos permanecieron por más de un siglo en el lote de los Hombres Ilustres en el panteón de San Fernando en Ciudad de México.
Puebla atestigua el regreso de Ignacio Zaragoza
El 4 de mayo de 1976, los restos de Ignacio Zaragoza regresaron a la ciudad de Puebla. Hace 46 años se realizó un desfile por las calles de la capital poblana, para que el general descansara en el mausoleo en su honor en Los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
Un día antes de llegar a Puebla, se realizó una ceremonia emotiva en la capital del país. El Congreso de la Unión rindió homenaje al Benemérito de la Patria. El féretro de color café fue cubierto con la bandera nacional y escoltado por cadetes del Heroico Colegio Militar al recinto parlamentario en Palacio Nacional. Durante el paso del cortejo, el pueblo lanzó flores y vivas; después comenzó el recorrido hasta la Angelópolis.
El cortejo llegó a Puebla a las 14:30 horas y fue recibido por el entonces gobernador Alfredo Toxqui Fernández de Lara. El recorrido comenzó en la avenida Reforma, después siguió en la calle 2 Sur y terminó en la calle 5 Poniente en el Congreso Local, lugar en donde se realizó una sesión solemne a la figura excepcional.
Al día siguiente, el 5 de mayo, el presidente de México, Luis Echeverría Álvarez encabezó la ceremonia de inhumación del general Zaragoza, para después dar inicio a los festejos conmemorativos del 114 aniversario de la Batalla de Puebla.
En el acto cívico, un cuerpo de cadetes del Heroico Colegio Militar escoltó en medio de la salva de 21 cañonazos, los restos del general Ignacio Zaragoza hasta el mausoleo en el que reposan para siempre.
GO