En un hogar del barrio de Santo Domingo, en la alcaldía Coyoacán de la Ciudad de México, la transformación está a punto de comenzar. Con cada trazo de pincel, el rostro de Rafael, un joven artista y estudiante, se metamorfosea. No es una simple sesión de maquillaje; es la creación de su alter ego, Proyecto RK Ultra, un Drag King cuya presencia escénica desafía y redefine las nociones de género y estética, transformando la cultura urbana de la capital en un arte facial.
El Drag King en México ha emergido como una potente herramienta de expresión y reivindicación. A diferencia del Drag Queen, que explora y exagera la feminidad, el Drag King celebra y juega con la masculinidad. Este movimiento, aunque menos conocido, está ganando terreno y visibilidad, impulsado por una comunidad vibrante y diversa de artistas que utilizan el maquillaje para narrar historias, desafiar estereotipos y afirmar su identidad.
“Yo empecé en el maquillaje justo después de entrar a la FES (Aragón, UNAM), como entramos en pandemia, ahí me tocó entrar en la generación de pandemia, pues tenía mucho tiempo libre y pues conocí La Más Draga, entonces me animé en un halloween a maquillarme, hacer un Drag de paper cut y pues así empezó a la gente le gustó y aprendí, fui empezando poco a poco aprender a maquillar hasta que por fin conseguí este pues lo que soy ahora”, apuntó.
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¿Qué es una persona ‘Drag’?
De acuerdo con National Geographic, el término Drag significa “arrastrar” o “desplazar”, cuyo origen se remonta a Inglaterra en 1860 con el artista y doctor de musicología, Lady J, quien realizaba actos de travestismo, vestido con enaguas largas que arrastraba por el suelo mientras actuaba; ahí, Ernest Boulton, al ver tal espectáculo lo describió como Drag.
No obstante, el escritor y fashionista, Simon Doonan, indicó que el origen de esta forma de expresión artística lleva más años atrás, específicamente desde el siglo XVII con las representaciones femeninas que se llevaban a cabo en el teatro kabuki en Japón y en la ópera de Pekín, en China.
En tanto, historiadores apuntaron que el Drag dio inicio en el teatro de la Antigua Grecia y Roma, donde los hombres interpretaban personajes femeninos.
Por su parte, en los años 1800 de Estados Unidos, actores de teatro protagonizaban espectáculos en los que se pintaban la cara de negro y representaban estereotipos raciales de personas afrodescendientes, destacándose aquellos que personificaban mujeres.
Posteriormente el teatro evolucionó y para 1880 aquellas representaciones con connotaciones racistas pasaron a imitar a glamurosas mujeres de piel blanca, con cinturas diminutas, así como maquillaje y peinados elegantes.
A pesar de que inició como una representación de las mujeres de la época, el Drag es un acrónimo de Dressed as a girl, que significa “vestido como mujer”, utilizado para referirse a una persona que simula un personaje de rasgos andróginos, independientemente del sexo o identidad de género.
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¿Qué es ‘Drag King’?
El término Drag King se refiere a personas, generalmente mujeres o personas no binarias y en el caso de México, hombres, que se presentan con apariencia masculina, adoptando trajes, actitudes y comportamientos asociados con el género masculino.
“Algo que pasa en México, porque me he dado cuenta que en otros países no pasa tanto, es que aquí en México los Drag Kings son, casi todos son hombres. La forma en la que se creó el Drag King, pues fue como algo de protesta en contra de, pues de la masculinidad, de estos estereotipos masculinos y quienes interpretaban a los Drag Kings eran las mujeres”, explicó.
Esta práctica, que tiene sus raíces en el teatro y el cabaret del siglo XIX, se ha transformado en una herramienta poderosa para cuestionar y desmantelar los estereotipos de género, encabezados por el machismo de la época, así como otros eventos en la historia que marcaron a la sociedad.
Al término de su rutinaria sesión de cuidado de la piel, Rafael comienza con una base blanca, cubriendo su piel con contornos marcados que van desde la frente hasta los ojos, utilizando vibrantes tonos neón, para terminar en una estrella en la cara, definiendo la esencia de Proyecto RK Ultra, cuyo nombre hace una referencia al conocido proyecto estadounidense MK-Ultra, en donde se realizaban experimentos de control mental, utilizando descargas eléctricas y drogas alucinógenas.
“Sin la estrella no sería RK Ultra, porque aparte nadie más lo tiene”, enfatizó.
Con cada capa, Rafael no sólo altera su apariencia, sino que también construye una narrativa visual, basada en su amor por la cultura urbana de los barrios mexicanos.
El Drag King en México
En México, el Drag King ha encontrado un nicho dentro de la comunidad LGBTTTIQ+, especialmente en grandes ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, demostrando que la masculinidad también puede ser un performance.
Asimismo, la Ciudad de México ha sido un epicentro para el desarrollo de la cultura Drag King, con espacios como el Teatro Garibaldi, que regularmente presentan shows y competencias de Drag. Estos eventos no sólo son plataformas para el entretenimiento, sino que también sirven como espacios seguros donde la comunidad puede expresar libremente su personalidad sin temor a la discriminación e incrementando su visibilidad.
Además, las redes sociales juegan un papel crucial en la difusión de esta cultura, permitiendo a los artistas conectar con audiencias más amplias y compartir sus experiencias, mostrando más formas de entrelazar a la cultura mexicana con las técnicas de Drag, sin importar la orientación sexual o identidad de género de quien realiza el performance.
“A lo mejor tiene que ver las plataformas en las que lo hemos conocido como La Más Draga o algo así que pues son hombres, pero, pero pues sí, yo creo que estamos entendiendo que pues que el Drag es para todos, que el Drag King también lo pueden hacer todo tipo de personas, todo tipo de orientaciones y no me ha tocado, pero yo creo que si le preguntaras a un hetero que le gustaría hacer, él preferiría ser Drag King”, señaló.
Rafael se inspiró en la vida cotidiana de los jóvenes de los barrios de la capital para crear a RK Ultra, que envuelve las vivencias de los sonidos y las tardeadas con reguetón una forma de expresar la resistencia y celebración de nuestras urbes, llevándola al glamour del Drag.
“A mi personaje lo describo como un sonidero-cumbiero, una Drag que representa la gente del barrio.
Cuando empecé en el Drag pues no sé, sentía que faltaba como un poco más de representación de esta parte de alguien que se sintiera identificado con las cumbias, con el perreo, con salir a tomar micheladas; o sea, eran como cosas que no se veían en el Drag de moda y mi personaje es eso, es mostrar toda esta parte de la de la cultura”, expresó con orgullo.
No obstante, el camino no ha sido fácil. La visibilidad del Drag King sigue siendo eclipsada por la popularidad del Drag Queen, que ha encontrado un lugar más prominente en la cultura popular gracias a programas de televisión y redes sociales. Pero la resistencia y creatividad de los Drag Kings están comenzando a cambiar esto. En plataformas como YouTube e Instagram, tutoriales de maquillaje y videos de performances están ganando seguidores, ampliando el alcance de este arte.
“Creo que cuando voy por la calle la gente cree que soy un payasito y ya no me molesta, pero pues no soy un payasito y creo que sí, en general en el mundo del Drag, creo que a los Drag Kings como que siempre nos hacen menos, nada más por no traer peluca o no usar tacones gigantes, pero pues creo que es algo con lo que tenemos que aprender a sobrellevar y aparte, pues lo que importa es nuestro trabajo, sin importar esos detalles”, destacó.
La escena Drag King en México es un testimonio de la resiliencia y creatividad de una comunidad que busca romper moldes y desafiar convenciones. A través del maquillaje, estos artistas no sólo transforman su apariencia, sino que también reescriben las reglas del género y la identidad, pues todo mundo puede hacer Drag, enfocándose solamente en ser únicos y originales.
“Creo que Proyecto Rk Ultra es todo un personaje y a veces en mi día a día no puedo ser como como soy en Drag porque pues estoy ahí en la escuela estudiando, soy como más serio; en cambio, cuando estoy de RK puedo ser más extrovertido, puedo ponerme a bailar, puedo conocer gente. Eso es creo que lo que más me gusta, que es como una extensión de mi personalidad y puedo hacer cosas que me gustan”, detalló.
El Drag King en México es mucho más que una actuación; es una manifestación de identidad y resistencia que desafía las convenciones y promueve un mundo más inclusivo y diverso. A través de su arte, los Drag Kings están creando un espacio donde todas las formas de masculinidad pueden ser celebradas y respetadas.
“Inviertan en rutinas para cuidar la piel, ese sería mi primer consejo. Y el segundo consejo es que pues que no le tengan miedo a ser diferentes y que siempre busquen algo que los caracterice por sobre los demás.”, concluyó.
AFV