El mes de septiembre no solo marca el inicio de las celebraciones patrias en México, sino también un incremento significativo en la venta de dulces típicos mexicanos. Por ejemplo, en Tlaquepaque, Jalisco, reconocidos por su tradición artesanal, comerciantes y fabricantes reportan un aumento considerable en la demanda de estos productos durante estas fechas.
Este fenómeno se debe a la preferencia de los mexicanos por celebrar con sabores tradicionales que evocan la identidad cultural del país.
“Sí se aumenta más, sobre todo lo que viene siendo esta banderita que es tricolor que nos representa nuestra bandera mexicana y los guayabates los jamoncillos todo el tamarindo todo lo que es típico de aquí de Jalisco se vende mucho”, comentó Delia Romero, comerciante de Tlaquepaque.
Según Delia, la mayoría de los productos que ofrece son elaborados en el estado, con excepción de algunos como el camote de Puebla y la cajeta de Celaya, Guanajuato.
“Todos de Jalisco, lo único que me traen fuera es el camote de Puebla y la cajeta de Celaya, Guanajuato, de lo demás todo es típico de aquí”, afirmó la comerciante.
¿A quiénes beneficia este incremento en las ventas?
El aumento en la venta no solo beneficia a los comerciantes locales, sino que también apoya a varios sectores económicos del estado. La producción de dulces típicos en Jalisco involucra a agricultores y proveedores de materia prima de la región, ya que muchos de los ingredientes como la fruta se cultivan localmente. Los fabricantes de dulces en el estado declaran que la fruta con la que se realizan dichos dulces, se cultiva en Jalisco, la materia prima se compra en Jalisco y una vez terminado el producto, se exporta a todo México.
El llamado de los comerciantes y productores es claro, apoyar el consumo de dulces típicos no solo preserva una tradición cultural, sino que también fortalece la economía local. Además, los precios de estos productos son accesibles para todos los bolsillos, lo que los convierte en una opción atractiva para acompañar las celebraciones patrias.
Aunado a esto, la industria ha evolucionado para ofrecer opciones de dulces tradicionales para personas con diabetes, lo que amplía la posibilidad de disfrute para un mayor número de consumidores.
En este mes patrio, los dulces típicos no solo endulzan las festividades, sino que también representan un acto de apoyo a la producción local y a las tradiciones mexicanas. Consumiendo estos productos, se contribuye directamente al desarrollo económico de Jalisco y se mantiene viva una parte esencial de la cultura mexicana.
AM