Una asociación de rescate animal denunció una fosa clandestina de perros, ubicada en el municipio de Zumpango, Estado de México.
"Seres Libres", una organización de rescate animal, denunció, mediante redes sociales, una fosa clandestina, la cual albergaba perritos muertos, localizada en un predio a un costado del fraccionamiento Las Plazas, en el Estado de México.
Al interior, encontraron a 38 perros vivos, los cuales se encontraban enjaulados, así como 15 cadáveres de canes. La asociación calificó la condición de los animales, quienes se componían de diversos tamaños, como "deplorables".
La acusación se realizó el 18 de enero, cuando los integrantes de "Seres Libres", ingresaron, por la noche, a través de una de las rejas del lugar.
Este grupo de personas acudió a la fosa luego de que recibieran diversas denuncias por parte de vecinos, en las cuales se reportaba el supuesto funcionamiento de un antirrábico clandestino, sin embargo, al ingresar se dieron cuenta de que también se trataba de una fosa.
"Estamos por entrar a un antirrábico que nos reportaron. Los perros se encuentran hacinados (...) se comen unos a otros. ¡Ay, no mames! Ahí hay un perro muerto. Es una fosa", explican los integrantes de la asociación en un video compartido por redes sociales.
En el video, explicaron que se trataba de una fosa y antirrábico clandestino, pues al no estar registrados ante la Secretaría de Salud (Sedesa) y la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), no podía ser formal.
"Si no están registradas es porque hacen estas cosas horribles", denunciaron en el video.
Personal de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem), así como elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos y de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) arribaron al lugar para realizar el rescate y las indagaciones correspondientes.
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En el rescate, donde se confirmaron un total de 38 perros, uno de ellos murió debido a las condiciones en las que se encontraba, pues no contaba con comida ni agua.
Los animales serán trasladados a un albergue perteneciente a la Propaem, en Chalco, Estado de México.
En 2019, la fosa clandestina operaba como un depósito donde autoridades estatales trasladaban a los perros que daban algún tipo de problema o que se consideraban peligrosos para la sociedad. De acuerdo con las autoridades, esa perrera ya se había dejado de utilizar.
RG