Descalzo, con poca ropa y con una gran lata de pegamento es como Jesús Valadez Ornelas mejor conocido como 'El Champions' recorría las calles de León pero sobre todo del popular barrio del Coecillo, de donde también es originaria la influencer Wendy Guevara.
Desde hace algún tiempo en redes sociales han circulado imágenes del cómo ha cambiado el aspecto físico de esta persona ya que estuvo durante años en rehabilitación después de deambular por la colonia cercana al Centro de la ciudad zapatera.
El es 'El Champions', personaje icónico del Coecillo
Los vecinos y personas que con frecuencia transitaban por el barrio del Coecillo recuerdan a El Champions como alguien 'icónico' del lugar ya que siempre se le veía caminando con su lata de pegamento de la cual inhalaba solventes.
Sobrevivía además de encontrar comida en la basura y alguna que otra ropa o trapos viejos que después utilizaba para protegerse de las noches y madrugadas frías de la ciudad. Algunas personas le tenían miedo ya que por momentos se mostraba violento, además de que caminaba siempre con la mirada un tanto perdida.
Debido a esto es que las personas de la colonia llegaron a verlo con algo de desprecio, perdiendo todas las esperanzas en su recuperación.
Así luce 'El Champions' tras rehabilitación
Sin embargo, todo cambió para El Champions cuando el Centro de Rehabilitación Fuerza y Voluntad se hizo cargo de él.
Durante tres largos años el Centro y Jesús realizaron esfuerzos enormes para lograr que la vida de este personaje se alejara de las calles. En el año 2020 tras pruebas psiquiátricas se le detectó esquizofrenia pero pese a ello ha logrado presentar avances sorprendentes.
Durante su estancia y tratamiento en el Centro se señaló que en realidad no era una persona agresiva sino que era paciente y calmado.
Ahora Jesús se encuentra en una nueva etapa de su vida ya que sabe leer, escribir y puede sostener una conversación con cualquier persona aunque en realidad sea algo temeroso.
Aún tiembla y se pone nerviosos constantemente entre las platicas, quizás por los recuerdos y consecuencias de los días en que la calle era su hogar y único refugio.
Este caso es ejemplo de que el desamparo puede llevar a las personas a caer en lugares donde parece que no hay puntos de retorno, no obstante, las segundas oportunidades pueden llegar desde iniciativas ciudadanas que buscan mejorar la vida de quien más lo necesita.