En el “Negocio de la muerte”, existe una profesión de la que poco se sabe, pero que es digna de reconocerse. Se trata de los embalsamadores, que más allá de sólo preparar cuerpos, se han convertido en artistas que ayudan a las familias a poder despedirse de sus seres amados.
Ejemplo de ello es Juan Carlos Cervantes, un criminólogo cuya curiosidad lo llevo a trabajar en la funeraria Ureña de la ciudad de León, donde se especializó como técnico embalsamador. Para él, preparar los cuerpos no es un simple trabajo, es un arte.
“¿En qué consiste el proceso de embalsamamiento? Principalmente es la preservación del cuerpo humano, la detención del proceso de descomposición y de ahí yo creo que eso es lo que conoce la mayoría de la gente. Pero en realidad nosotros hacemos arte y eso es algo que la gente no sabe”, detalló Juan Carlos.
Lograr que aquellos que fallecieron, parezcan apaciblemente dormidos, no es fácil y requiere de manos expertas. Modificar la expresión facial del difunto, se logra a través de masajes o de fijar las facciones del cuerpo, ya que algunos llegan a fallecer con ojos abiertos o el maxilar abierto, para lo cual llegan inclusive a coserse para lograr fijarlos. En el caso de los cuerpos que llegan del servicio médico forense, estos muchas veces deben ser reconstruidos para darles una apariencia más “agradable” para que lo vean sus familiares.
“Nosotros nos encargamos de eliminar los espasmos cadavéricos qué son las acciones con las que llega a fallecer esa persona, que pueden ser de agonía, sufrimiento y darle esa tranquilidad en apariencia para que puedan despedirse de sus seres queridos” explica.
El proceso de embalsamiento
El proceso inicia una vez que el cuerpo llega, cuando es desnudado y postrado sobre la plancha para embalsamar. El técnico especializado le localiza la carótida para realizar una perforación a través de la cual se llevará a cabo una inyección por bombeo que suplirá la sangre por formol, esto para detener la descomposición del cuerpo, simultáneamente el líquido hemático es extraído y enviado a una fosa séptica donde será tratado y posteriormente desechado.
También, serán extraídos los líquidos gástricos a través de una incisión en el área del estómago, también se sacarán los posibles residuos de comida y heces fecales. Una vez retirados, se verterá un “Líquido de cavidad”, para preservar los intestinos.
Finalmente, el cuerpo es bañado y vestido, se recomienda a las familias que utilicen alguna prensa que era su favorita, se peina al difunto y en el caso de las mujeres se les maquilla de manera tenue, de tal manera que luzcan naturales y que esta sea la última imagen que sus seres amados guarden en su memoria.
“Mucha gente piensa que nosotros no tenemos sentimientos, que somos personas frías, pero no, somos como cualquier otro. Solo tratamos de hacer nuestro trabajo y tratamos de llevarlo de la mejor manera, obviamente hay situaciones que nos pegan porque hemos sufrido la pérdida de familiares y amigos y es algo normal” agrega.
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