Algunos proyectos universitarios comienzan como trabajos escolares, pero hoy en día se han convertido en marcas e incluso emprendimiento de jóvenes, entre ellos: sopas instantáneas saludables, brownies para combatir la desnutrición, juegos de mesa para personas con Alzheimer, así como ropa para bebé con reflujo, y con factor de protección UV para prevenir el cáncer de piel.
En Puebla, más de 354 mil personas cursan la educación superior, de las cuales 180 mil lo hacen en escuelas públicas, y 173 mil en instituciones privadas, de acuerdo a datos del Sistema Interactivo de Consulta de Estadística de la SEP federal.
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El reporte correspondiente al ciclo escolar 2022-2023, un total de 315 mil 186 hacen una licenciatura, y 11 mil 301 una licenciatura Normal Superior. Además, que son 197 mil 475 las mujeres y 156 mil 711 hombres cursando su formación profesional en 580 escuelas.
Estudiantes de diseño textil innovan con prendas
Como parte de la vida universitaria, en algunos semestres los estudiantes experimentan la creación de proyectos. Al respecto Mónica Santiago, egresada de la Universidad Iberoamericana, creó una marca de ropa como proyecto para un semestre de la carrera de Diseño Textil.
La ex universitaria elaboró una colección de ropa con factor de protección UV para personas con cáncer de piel denominado Aelia, que está enfocado a la prevención y protección de esta enfermedad.
Aunque ya vendió la mayoría de su primera colección de 20 prendas, sigue haciendo pruebas de tela, para que su proyecto siga creciendo.
En este sentido, exhortó a los actuales universitarios a buscar problemáticas que para ellos sean relevantes y desarrollar trabajos que puedan convertirse en soluciones a los diversos problemas sociales, de salud o del tema de su interés.
“El querer investigar, indagar más, qué se puede hacer o qué ya se hizo, y qué pueden hacer otros, y de ahí partir como base para hacer un trabajo que trascienda, que crezca, y no solo sea un trabajo más de clases”.
Por otro lado, Ana Paula González, diseñadora textil, también recién egresada de la Ibero Puebla, inventó la marca Piuli, una línea de ropa para bebés con reflujo, misma que ya está a la venta en redes sociales.
En entrevista con TELEDIARIO la joven detalla que esta marca comenzó como un proyecto escolar, y hoy en día es un emprendimiento que más allá de la moda y de lo estético, y que es funcional para ayudar a los padres de familia que tienen bebés con alguna problemática de reflujo.
“Después de una larga investigación que realicé, me di cuenta de que uno de cada dos bebés que nacen alrededor del mundo sufren reflujo gastroesofágico infantil, debido a diferentes causas naturales en el desarrollo del bebé, por eso cree una colección en la cual las prendas superiores tienen una parte intercambiable de la parte frontal”, apuntó.
Agregó, la colección está creada con telas estampadas con tintas libres de plomo, lo que las hace seguras con el contacto con los bebés recién nacidos.
Otros proyectos que han realizado jóvenes estudiantes son un mobiliario textil para la ludoteca de la comunidad indígena de Necoxtla, por parte de Alejandra Pedro Zarate; así como Ramex, la primera sopa instantánea saludable y libre de sellos del mercado mexicano, creada por Paulina Olivas y Maryfer Vázquez.
Fernanda Ximena Capetillo, Ana Luisa, Brenda Flores, Gala Ocampo y Gabriela Tamanis, inventaron un juego de mesa para personas con Alzheimer; Sara Pérez y Cynthia Valencia produjeron unos brownies para niños con desnutrición.
Por último, César Borja Ruiz, estudiante de mecatrónica, inventó el modelo machine learning, para la clasificación múltiple de tumores cerebrales en imágenes de resonancia magnética. Con ello, los profesionales de la salud podrán saber las características del tumor y su ubicación exacta en el cerebro para su diagnóstico y tratamiento.
AGA