Para la jefa de enfermeras de la Cruz Roja Mexicana de la delegación de Guadalajara, Sor Margarita Tema Gabriel, ejercer esta profesión es una satisfacción gracias al trabajo humanitario que representa generar empatía con el paciente, siendo cercanos a ellos y sensibles a su dolor, por lo que contar con la oportunidad de ayudar a miles de personas durante más de 20 años, la llena de orgullo.
“Se nos prepara para abordar al paciente en su totalidad, que lo abordamos desde sus necesidades físicas, desde sus necesidades a veces psicológicas. Para manera las emociones del paciente, y también en lo espiritual, también tratamos de abordar esta parte, pues el ser humano en la enfermedad es vulnerable en todos los aspectos”, explicó Sor Margarita.
Sin embargo, la enfermera también comentó que es complicado cuando no se le pueda dar respuesta a las necesidades del enfermo, especialmente tratándose de una enfermedad terminal, como es el caso de una niña con cáncer.
“Me tocó trabajar con ella en todo el proceso de quimioterapias, ella tenía siete años y ésta pues terminó todo su tratamiento, y pues ya dieron de alta, al poco tiempo regresó la niña y el doctos, pues se acercó conmigo y me dijo sabe qué Sor, no pudimos con el cáncer, nos venció el cáncer”, mencionó la enfermera.
De acuerdo a Sor Margarita, a pesar de las situaciones dolorosas y tristes, las enfermeras también deben estar preparadas para enfrentar estas complicaciones y acompañar al paciente hasta el final.
“Yo oro, le platico a Dios que me ayude, que me enseñe, que me encamine hacia esas personas, que necesitas ser esperanza para esas personas verdad. Y ya profesionalmente, pues también tenemos yo creo que las herramientas que nos van dando las mismas escuelas, las mismas capacitaciones que tenemos.
No obstante, definitivamente Sor Margarita volvería a escoger esta profesión, por lo que ofreció un mensaje a todas sus colegas.
“Ser enfermeras de corazón, ser enfermeras empáticas, ser enfermeras cercanas a su paciente y sensibles a las necesidades del ser humano y nunca perder esa sensibilidad”, compartió Sor Margarita.
AA